Por: Vianey Galindo Cano y Viviana Arce Corona
Ilustración: Raquel Moreno, cortesía de Nexos
Para México, adoptar políticas más estrictas en la gestión de los recursos públicos es una idea apropiada. Sin embargo, la austeridad se ha traducido en recortes arbitrarios y sin un enfoque estratégico, lo que podría llegar a ser un foco de nuevos actos de corrupción. En este sentido, lejos de ser un instrumento que genere ahorros, mejore la calidad de los servicios gubernamentales y combata la corrupción, la austeridad puede generar inconformidad y malestar social. Aunado a eso, y de manera contradictoria, las áreas anticorrupción del gobierno también se ven afectadas por los recortes, lo que debilita su capacidad de seguimiento e investigación.
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