Por: Alberto García Huitrón y Karla D. González Esquinca
Ilustración: Víctor Solís, cortesía de Nexos
Durante 2019, el PIB en México decreció 0.1 % y la deuda neta total cerró en 35.2 % del PIB, de la cual el 27.5 % del PIB constituye deuda interna y 7.7 % del PIB deuda externa. La depreciación actual ya está aumentando el costo del servicio de la deuda y se anticipa que dicha tendencia continúe (el pago del servicio de la deuda fue de 2.7 % del PIB en 2019). Sin embargo, la administración federal mantuvo su promesa de generar un superávit primario (1.1 % del PIB). A diferencia de la crisis de 2009, en donde México tenía suficiente espacio para contraer deuda e inyectar dinero en la economía, la actual pandemia sorprendió a México en una posición fiscal delicada. No obstante, el gobierno puede utilizar a su favor el compromiso que cumplió de tener un superávit primario para dar certidumbre sobre el futuro comportamiento de las finanzas públicas.