Por: Anel Montero
Ilustración: Estelí Meza, cortesía de Nexos
La sororidad es crucial, sobre todo en mujeres que llegan a ocupar puestos clave en todas las áreas de la vida pública. Contando con condiciones adecuadas las escuelas podrían, idealmente, fungir como espacios de apoyo. Pero eso no es lo único que hay que atender. También es urgente hacer del conocimiento de la secretaria de Gobernación las condiciones en las que la Secretaría de Educación Pública (SEP) ejerce la violencia institucionalizada a través de procesos y protocolos que no consideran las condiciones de vida y trabajo de las maestras mexicanas que nadie ve.