Por: Juan Pablo Gómez Fierro
Ilustración: Víctor Solís, cortesía de Nexos
Hubo monumentos cercados y la presencia de los supuestamente extintos granaderos, pero la manifestación transcurrió en un ambiente respetuoso y de gran cordialidad. Juzgados, Tribunales y áreas administrativas se organizaron para marchar juntos, varios llevaban lonas, mantas con los nombres de sus órganos jurisdiccionales, de sus adscripciones, muchos del interior de la República. Era innegable el sentido de unidad que se respiraba esa mañana. En el camino, hubo algunos provocadores que intentaron amedrentar a los asistentes, pero no tuvieron éxito. Fueron muchas más las personas que desde la acera se sumaban al reclamo social de un Poder Judicial autónomo e independiente, con sus pulgares arriba, en símbolo de aprobación; mientras otros aplaudían con entusiasmo. El evento transcurrió sin mancha que lo opacara. Fui testigo de un sentimiento de orgullo en los trabajadores por el reconocimiento de la gente en el trabajo que cada uno realiza como digno representante del Poder Judicial Federal, desde el oficial judicial hasta el magistrado de Circuito que ponen su mejor esfuerzo en proteger los derechos humanos de las personas.