Por: Joseph Wiltberger
Ilustración: Estelí Meza, cortesía de Nexos
Durante mucho tiempo Tijuana ha sido una ciudad de migrantes. Como ciudad fronteriza, tradicionalmente ha sido conocida como un sitio importante de migración transitoria para quienes se dirigen a Estados Unidos; también es un lugar donde los migrantes, en su mayoría de otras partes de México, vienen para encontrar oportunidades de trabajo. Recientemente, sin embargo, Tijuana está experimentando una transformación. Esta ciudad se está convirtiendo cada vez más en un lugar de destino para los migrantes internacionales, muchos de los cuales buscan ayuda humanitaria después de haber sido rechazados en la frontera entre Estados Unidos y México bajo nuevas restricciones fronterizas y de asilo. A medida que las poblaciones inmigrantes de Tijuana se internacionalizan, la composición racial y demográfica de la ciudad evoluciona y se diversifica. Conforme nuevos grupos de inmigrantes llegan a Tijuana, nos preguntamos ¿qué narrativas y creencias racializadas sustentan las diferentes percepciones sobre las nuevas y diversas poblaciones de inmigrantes y su desigual incorporación en las dinámicas socioeconómicas de la ciudad?