Por: Marcela Valdivia Correa
Ilustración: Víctor Solís, cortesía de Nexos
Por su situación precaria, el tipo de labores que realiza y su acceso a los servicios médicos, la población mexicana en Estados Unidos (11.1 millones según el último censo estadunidense) resentirá particularmente los efectos de la crisis sanitaria y la desaceleración económica que ocasionó el covid-19 (enfermedad causada por el virus SARS-CoV-2). Además, es previsible que, con el deterioro de su salud física y sus oportunidades laborales, disminuya su capacidad para enviar remesas a sus familiares –en su mayoría hogares de bajos ingresos–, lo que a su vez afectará la economía mexicana. Las vulnerabilidades de los migrantes durante esta pandemia, por tanto, aumentan las vulnerabilidades de los hogares que dependen de ellos.