Una crisis desigual

Gracias a los microdatos de la ENOE del tercer trimestre de 2020, tenemos una primera imagen de quiénes han sido los más afectados por la crisis económica.

Las pandemias modernas son una fuerza desigualadora más que igualadora.
Nexos
Ciudad de México /

Por: Luis Ángel Monroy-Gómez-Franco

Ilustración: Víctor Solís, cortesía de Nexos

A diferencia de lo que ocurrió durante la peste negra en la Edad Media y el Renacimiento, las pandemias modernas son una fuerza desigualadora más que igualadora, y todo parece que en el caso de la pandemia de covid-19 seguirá el mismo patrón en el caso mexicano. Esto se debe a que las actividades realizadas por la población de mayores ingresos se encuentran más protegidas de las disrupciones económicas que traen consigo las pandemias cuando se les compara con las actividades realizadas por el resto de la población. Un ejemplo de esto es la posibilidad de realizar teletrabajo. Esto es, de realizar las actividades laborales fuera del lugar de trabajo usual. La posibilidad de realizar teletrabajo se ha vuelto crucial durante la pandemia pues permite que, aun en condiciones de distanciamiento social, las actividades se sigan llevando a cabo, preservando con ello la fuente de empleo y protegiendo el nivel de ingreso de los empleados.

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