Por: Iliana Padilla Reyes
Ilustración: Belén García Monroy, cortesía de Nexos
La explicación de la violencia política y electoral en México requiere de análisis regionales. La opinión pública desconfía cada vez más de las macroexplicaciones, y hay razón en ello. Si aspiramos a comprender los últimos incidentes violentos (qué) durante las elecciones (cuándo) en Sinaloa (dónde), será necesario situarnos en su contexto. A continuación, reviso brevemente algunos antecedentes de la violencia política y electoral en el estado. Al interpretar la violencia en México nos hemos impuesto límites discursivos (“fue el narco”, “están calentando la plaza”) y necesitamos enfoques más amplios: una revisión crítica con mayores alcances. Podemos, por ejemplo, buscar en la historia política. Es una tarea pendiente.