Cultiva tu huerto y conoce los beneficios

La construcción de un huerto urbano o proyectos ecológicos similares resulte atractivo son la mejor opción durante las actuales medidas sanitarias, la indicación para mantenerse dentro de casa invita a realizar una introspección acerca de las actividades que se realizan en el hogar, incluso imaginar soluciones más eficientes ante la cuarentena.

“Creo que de aquí en adelante cada vez nos vamos a enfrentar más a este tipo de situaciones, entonces tenemos que estar listos para generar un cambio”, explica Salvador Castañeda, biólogo de la Universidad de Guadalajara y encargado del Departamento de Educación Ambiental en Bosque Urbano.

Castañeda detalla  los beneficios de contar con un huerto para consumo personal.

“Tenemos que apuntar a ser una sociedad sustentable, todo lo que está pasando hoy en día nos hace voltear a ver a la producción en casa, no depender tanto de lo que se está produciendo siempre afuera y también la parte de los nutrientes: yo sé lo que estoy consumiendo, que mis vegetales no están fertilizados con hormonas, productos sintéticos que tampoco las plantas eliminan y que al rato llegan a nuestra ingesta”.

El biólogo también señala la importancia de entender a la naturaleza y trabajar con ella “hoy en día muchos jóvenes no saben de dónde provienen los vegetales, mucho menos saben cómo cultivarlos”.

Además, desarrollar un huerto urbano puede resultar más sencillo de lo que podría considerarse a primera instancia, ya que se trata de adaptar el espacio del que se dispone, utilizar materiales que tengamos a la mano (incluso reciclados) y a partir de esto considerar las plantas que podremos cultivar. 

Castañeda imparte el taller de Huertos Urbanos especializándose en hortalizas, las cuales tienen ciclos de vida cortos “por ejemplo, hay cosechas como el rábano que en siete u ocho semanas ya están; las lechugas que son vegetales que nos comemos jóvenes, también a lo mejor en cinco, seis semanas ya las puedes cosechar”.

Al seleccionar el espacio adecuado, lo primero que hay que tomar en cuenta son las horas luz es importante que el área de cultivo que tú vayas a escoger (antes que todo) te ofrezca un mínimo de cuatro horas luz y tener en cuenta que es muy probable que se tengan que realizar algunas adaptaciones para proteger la casa de factores como la humedad. 

A partir de este punto, los requerimientos variarán dependiendo de las plantas que se busque cosechar las hojas comestibles como las lechugas, las acelgas no necesitan contenedores tan profundos, no necesitan mucho espacio entre una planta y otra. Si quieres hacer hortalizas de frutos como jitomates, chiles, pepinos, estas plantas necesitan de más espacio, profundidad en los contenedores.

En lo que respecta a los contenedores, “o en mis talleres prácticamente les digo que usen todo lo que les dé profundidad”. De tal forma que pueden considerarse bañeras, ollar picadas, botes y botellas e incluso llantas. De acuerdo con el tallerista, la instalación es lo que mayor tiempo puede consumir, pero una vez superada esta parte, se puede realizar un buen trabajo dedicando tan sólo una hora diaria al huerto, tiempo que también puede resultar terapéutico para las personas.

La práctica constante permitirá desarrollar tus habilidades con las plantas “tú puedes ir a cualquier taller y te van a dar toda la teoría como cuando vas a la universidad, pero realmente hasta que estás haciendo la chamba es cuando empiezan a salir las dudas. Definitivamente lo que te da la mano es la práctica”. Aunque Castañeda no descarta que las plantas también pueden reaccionar a las personas “es muy real que las plantas perciben nuestras vibraciones”.

Los talleres que imparte Castañeda se basan en la “agricultura ecológica” es decir que buscan realizar el cultivo sin la intervención de productos de origen químico, por lo que emplean otros métodos para nutrir los cultivos, así como para defenderlos de las plagas. 

Uno de los puntos esenciales para mantener un huerto saludable es la nutrición “las plantas, así como nosotros, están expuestas a virus, hongos parasitarios, bacterias, bichos… Lo que yo recomiendo es tener plantas bien nutridas: aplicaciones constantes de composta, hummus de lombriz, no hacer un riego excesivo (sobre todo si mis plantas están en macetas o contenedores) lo que hacemos con mucho riego es lavar todos esos nutrientes que la tierra contiene” ello fortalecerá el sistema inmunológico de las plantas.

En el taller que se imparte en Bosque Urbano puedes conocer mayores detalles como los recubrimientos para tu hogar, los tipos de siembra que pueden realizarse en distintos espacios, cómo manejar los residuos en casa para producir biofertilizantes, el trabajo con lombrices para producir hummus, macerados para proteger las plantas y otras defensas naturales e incluso como llevar la cosecha a una producción más comercial. 

Aunque por el momento las instalaciones de Bosque Urbano se encuentran cerradas, han habilitado talleres en línea. En total manejan 14 temas relacionados a la ecología y la sustentabilidad que se desarrollan a lo largo del mes, de manera que el taller de Huertos Urbanos se imparte al menos una o dos veces cada mes.

Además de estos talleres, Bosque Urbano busca promover la cultura ecológica a través de diversas acciones “nuestro compromiso es tener una sociedad bastante arbolada, obviamente lo hacemos con las donaciones, de esta manera nos apoya la sociedad y también hacemos jornadas de reforestación”. 

Regularmente, el vivero está abierto al público, pero por el momento Castañeda nos sugiere conocer las redes sociales de la organización, donde comparte los Greentips, consejos semanales para aprovechar las plantas y productos naturistas.

GERMINADO

Un experimento clásico de la escuela, pero que no por ello deja de ser entretenido, necesitarás:

• Un frasco o recipiente de vidrio limpio

• Semillas de tu elección (frijol, lenteja, garbanzo, etc.)

• Algodón

• Rociador de agua

En el frasco colocarás el algodón cuidando no aplastarlo demasiado. Después, distribuye las semillas en distintos puntos, procurando que no estén demasiado cerca entre sí y que tampoco toquen el fondo del frasco. Finalmente, rocía un poco de agua, puedes ayudarte de un spray o similar. 

Puedes registrar el crecimiento progresivo de la semilla, procura que permanezca hidratada, pero no en exceso. Una vez que haya crecido lo suficiente, puedes trasplantarla a una maceta.

EL ESQUEJE

También conocido como “codito” es una forma de reproducción asexual de algunas plantas de ornato bastante común entre los aficionados a la jardinería. Esta actividad puede ser más contemplativa para el pequeño, pero igualmente lúdica. Para ello, se requiere:

• Una botella de vidrio

• Una parte de la planta a reproducir (geranio, rosa, lavanda, violeta, clavel, etc.)

• Agua

Deberás regar la planta original la noche anterior. Observa bien la planta para buscar un nudo (es la parte del tallo que está más abultada) y realiza un corte debajo de éste, considera que el esqueje debe medir entre siete y doce centímetros. Lleva la botella con agua, fíjate en el espacio que ocupará el tallo y retira las hojas de dicha área para evitar que se pudran con el agua. A partir de aquí, el pequeño podrá observar cómo se desarrollan las raíces y cambiar el agua cuando sea necesario, incluso puede ayudar a trasplantar la planta cuando las raíces sean largas y abundantes.

LAT

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