Parvovirus y la importancia de la vacunación

Mascotas

Actualmente el parvovirus es una enfermedad tratable siempre y cuando se detecte a tiempo

Una parte importante en la prevención del parvovirus es la alimentación (Freepik)
Andrea Rodríguez
Guadalajara /

El parvovirus tiene un lugar especial dentro de las enfermedades que puede padecer un perro (especialmente los cachorros) debido a su facilidad de contagio y sus efectos letales. El MVZ e integrante de AMASCOTA Ernesto Ávila, recuerda cuando el virus llegó a México a finales de los años 70’s.

“Se daban tratamientos paliativos, sintomáticos, terapias de fluídos, pero al no haber anticuerpos era impresionante la cantidad de perros que se morían por parvovirus y no existía una vacuna”. 

Afortunadamente, gracias al aporte del inmunólogo Ricardo Flores Castro, se descubrió la vacuna y los avances que se han dado para combatir esta enfermedad también han cambiado.

En primer lugar, hay que comprender cómo actúa el virus y sus complicaciones “es una enfermedad que va principalmente hacia la mucosa gastrointestinal, sin embargo, en cachorros también ataca el músculo cardiaco. Entonces, tenemos cardiopatías generadas en muchos pacientes recuperados del parvovirus”. 

Además, también existe el riesgo de un choque séptico debido a que el parvovirus arrasa con la mucosa gástrica, permitiendo que las bacterias que se alojan en el intestino viajen al torrente sanguíneo.

Los síntomas son similares a una gastroenteritis “hay una inflamación del estómago o de la mucosa gástrica, se presentan vómitos, diarrea con sangre”. El médico destaca que es sumamente importante permitir que los veterinarios realicen pruebas de laboratorio para confirmar el diagnóstico y además obtener un pronóstico de la enfermedad. 

El esquema de vacunación,se determina de forma individualizada dependiendo en buena medida del historial del perro (Shutterstock)

​Afortunadamente, hoy en día “parvovirus no es sinónimo de muerte” los afectados se pueden recuperar con el tratamiento adecuado “de manera general la base está en una excelente terapia de fluídos, hacer buenos lavados por enema; por supuesto, los antibióticos están indicados, no contra el parvovirus, pero sí toda la infección bacteriana, utilizamos algunos antivirales y factores de transferencia”. En este último punto Ávila destaca los factores de transferencia desarrollados por el Politécnico Nacional.

Por supuesto, una parte importante es la cultura de prevención. Una parte vital de la misma es una buena nutrición que incluya proteínas y vitaminas de manera que se puedan desarrollar anticuerpos “México tiene excelentes alimentos de muchísimas marcas, que sea el médico veterinario quien te recomiende cuál es la nutrición ideal para ese cachorro o para esa perra gestante”

Asimismo, vacunar a un perro desnutrido puede ser perjudicial. En cuanto al esquema de vacunación, éste se determina de forma individualizada dependiendo en buena medida del historial del perro.

 “Hay quienes ponemos tres vacunas previas, normalmente con 15 días de diferencia, esto va a depender de las enfermedades endémicas de cada región, la experiencia del médico y la historia clínica del individuo, no hay una receta de cocina, ese calendario lo tiene que poner el médico veterinario”.

Ávila recomienda encarecidamente acudir con médicos veterinarios establecidos, que cuenten con cédula profesional y estén colegiados para evitar errores vacúnales como la cadena fría “el biológico desde que se produce hasta que se aplica tiene que estar entre los 4°C y 8°C” característica que no pueden cuidar las personas que acuden con vacunas a domicilio “la única campaña de vacunación gubernamental (que además es exitosa) es la vacuna antirrábica” afirma.

​LAT