La labor de los animalistas y rescatistas es sumamente loable al buscar una vida digna para los animales en situación de calle o maltratados. Lamentablemente, existen personas que se aprovechan de la buena voluntad de profesionistas y amantes de los animales para cometer fraudes o sostener albergues en malas condiciones con los animales hacinados y sin asistencia médica, sin mencionar la falta de transparencia sobre el destino final de los donativos y la administración de los mismos.
La mayoría de estas personas utilizan las redes sociales como arma para solicitar donaciones e incluso para atacar a médicos veterinarios a fin de conseguir un servicio gratuito “toda esa situación la verdad es que a nosotros ya nos tiene como gremio realmente a la defensiva contra estas personas” expresa Félix Betancourt, presidente del Colegio de Médicos Veterinarios de Jalisco (COMVEPEJ) quien asegura que en ocasiones los médicos ofrecen descuentos o plazos para los pagos, pero por lo regular estas personas dejan deudas sin saldar.
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Los servicios que prestan los médicos veterinarios conllevan detrás de sí varios gastos: desde los servicios básicos como renta, luz y agua, incluyendo las prestaciones de los empleados, hasta las herramientas de laboratorio, medicinas y equipo médico “ahora con todo lo que ha pasado con la pandemia ha subido el precio de los guantes, las batas, los cubrebocas (que están escasos) los gorros”.
Resulta importante reconocer el valor de su trabajo, su constante actualización y las necesidades detrás de estos servicios “nosotros la mayoría de las veces sostenemos entre tres a diez familias que están dependiendo del trabajo de la clínica veterinaria o del consultorio”. No obstante, los estafadores en ocasiones recaudan el triple o cuádruple del costo real del servicio, haciendo de éste su medio de vida.
Betancourt describe algunas características de estas estafas “lo más común es que pongan la fotografía de la tarjeta del Oxxo y ponen fotografías muy explícitas a veces de los perritos lastimados, ya ha pasado varias veces que hemos detectado que las fotografías y la clínica en donde dicen que está el animalito no son actuales; las fotografías de un perrito pueden dar vuelta cada cuatro o seis meses para cometer fraudes y muchas veces ponen notas o nombres de veterinarios que ni siquiera tienen al animalito en hospitalización”.
Por ello, el MVZ aconseja verificar los datos y de ser posible no depositar a cuentas desconocidas, además recuerda que los grupos de rescatistas por lo regular tienen actividades para recaudar fondos como festivales, bazares, desfiles de moda, subastas de arte, entre otras.
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En lo que respecta a las organizaciones formalizadas, Betancourt señala que deben de contar con un Acta Constitutiva “que estén dados de alta como Asociación Civil” un Acta de Hacienda y la supervisión de un médico veterinario el cual va a ser capaz de atender a un perrito que está en condición de calle o rescate en el protocolo que ellos llaman para adopción”. El especialista agrega que “inclusive nosotros como Colegio estamos tratando de tener contacto, por medio del Ayuntamiento, con estos grupos para hacer modificaciones a la Ley de Bienestar y Protección de los Animales”.
En el caso de rescatar un animal de manera independiente “tienes que ser consciente de que esto lleva un gasto: la primer consulta de veterinario, vacunas, desparasitación, esterilización y tenerlo en tu casa con un buen alimento en un lugar adecuado… si no puedes rescatar al animal, lo más responsable que puedes hacer es llamar a los ayuntamientos” o bien acudir a los Centros de Control y Salud Animal.
También recomienda hacer un solo rescate a la vez “se pierde muy rápido el control si no tienes cuidado de hacer un rescate responsable y un perrito a la vez”.
LAT