El diccionario panhispánico del español Jurídico define al voto útil como aquél que se emite ante una decisión en la que se elige una opción que, aun no siendo la preferida, tiene mayores posibilidades de derrotar a otra cuyo triunfo no se desea.
El próximo domingo 2 de junio los ciudadanos de México tendremos un encuentro con el destino. Ese día nuestra voluntad será la que decidirá el rumbo que tomará el país en los próximos seis años y quizá para una generación completa.
Debemos actuar con responsabilidad y tomar con seriedad el proceso electoral, sabiendo que de nosotros y solo de nosotros depende conformar nuestro gobierno.
Los partidos políticos han puesto en el escenario de la decisión, a las personas que consideraron las idóneas para que ocupen los puestos de elección popular a los que han sido convocados.
Ese domingo 2 de junio de 2024, habremos de elegir al Presidente de la República, Gobernadores de Estados, Alcaldes o Presidentes Municipales, Diputados Locales, Diputados Federales y Senadores.
Chiapas, Jalisco, Guanajuato, Veracruz, Tabasco,Yucatán, Puebla y Morelos elegirán Gobernadores y la Ciudad de México elegirá jefe de Gobierno, son elecciones federales y locales.
El Instituto Nacional Electoral, en una reciente conferencia de prensa, a través de la Consejera Carla Humphrey, reveló que la jornada electoral del 2 de junio contará con lo que ella llamó “robusto listado electoral, el más grande de la historia” porque se tiene registro de que poco más de cien millones de mexicanos se encuentran inscritos en el padrón electoral y considera que 97.53 millones de personas que cuentan con documento de identidad oficial les permitirá participar en las elecciones 2024. (Forbes, política, enero 23, 2024)
Más de 20 mil cargos públicos estarán en juego. Los electores serán 51.8% mujeres y 48.16% hombres y al menos 90 personas no binarias se han registrado para ejercer su voto en las próximas elecciones.
Hemos estado leyendo, viendo y escuchando las propuestas de los candidatos; independientemente de las descalificaciones entre ellos, que desgraciadamente son un lastre que tenemos que sobrellevar los electores, porque nos confunde, distrae y perturba la razón, debemos analizar con calma esas propuestas, empleando todo nuestro sentido de análisis, para saber distinguir entre lo que son ocurrencias y lo que son las ideas y de éstas, en forma de propuestas, las que efectivamente sean posibles y factibles, porque los candidatos con tal de obtener el voto son capaces de prometer lo indecible.
Lo más importante, es el ejercicio del voto útil, el que nos permite discernir entre lo que no nos convendría tener como gobierno o lo que mejor nos convendría. Esto no significa que necesariamente tuviéramos que elegir un color de partido al momento de cruzar la boleta, porque hablamos no de fragmentar el voto sino hacerlo útil; en otras palabras, optar por un color partidista que aun no siendo la opción de nuestra preferencia, en cambio es la que tiene mayores posibilidades de derrotar a otra cuyo triunfo no se desea.