Héroe o villano

Jalisco /

No será tarea fácil. El nieto de Don Marcelino García Barragán, militar de carrera que tuvo una participación decisiva en el sofocamiento de la rebelión del 68, encargado de la Secretaría de la Defensa Nacional en tiempos del Presidente Díaz Ordaz, tendrá frente a sí un enorme reto en donde no hay medias tintas: se vestirá de héroe o de villano.

Omar García Harfuch, hombre de confianza de Claudia Presidenta, secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, será el encargado de dirigir la estrategia federal en la materia, coordinando el sistema nacional con amplísimas facultades de concentración de información de todas las instituciones o dependencias del Estado y unificación de mandos.

Claudia Presidenta mandó al Legislativo Federal la enésima reforma constitucional, esta vez para modificar el artículo 21 de la Constitución Federal, para que de esta forma venga este súper secretario a tener el mando absoluto en lo referente al tema de seguridad a nivel nacional.

Formidable reto. No lo hizo mal cuando Claudia Presidenta era la jefa de gobierno de la Ciudad de México, sin embargo, estamos hablando de 32 estados, y muchos de ellos no tienen gobernadores afines a la 4T, por lo que las labores de coordinación y cabildeo serán imprescindibles para generar una conducción acertada en esta materia; no son las 16 alcaldías del antiguo D.F., son todas las entidades federativas, cada una de ellas con sus propios problemas.

Chiapas, Veracruz, Guanajuato, Michoacán, Zacatecas, Baja California, Sonora, Chihuahua, Jalisco, la propia Ciudad de México, muchos Estados de la República sufren cotidianamente el asedio del crimen sin que hasta la fecha las políticas de seguridad nacional hayan sido efectivas ni en la prevención ni en el combate de la delincuencia.

El secretario del ramo tendrá amplísimas facultades, prácticamente la Secretaría de la Defensa y la de Marina estarán a su disposición, además de la Guardia Nacional, para acompañarlo en este enorme desafío, por lo que no tendrá excusa, reitero, se vestirá de héroe si logra pacificar a nuestro país, y será elevado a los altares de la patria; y si no lo hace, será duramente criticado y su carrera política se extinguirá por completo por no haber dado muestras de su capacidad.

La herencia de disciplina militar tanto de su abuelo como la estrategia e inteligencia de su padre Javier García Paniagua corre por las venas de Omar, y aunque es joven tiene la madurez y el talante necesario para superar el reto.

Por supuesto, los creyentes elevaremos nuestras oraciones al Creador, para que bendiga su trabajo y que el Paráclito lo ilumine para que pueda lograr que tengamos un país viviendo en sana paz. Que así sea.


  • Abel Campirano
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