Rifa pública con fines benéficos o lucrativos, es el concepto más o menos común, que partiendo de la definición del Diccionario, tenemos el común de los mortales.
Así: por tómbola, al azar, es la propuesta para la elección/selección de jueces y Magistrados que habrán de impartir justicia en México a partir de 2025, una vez que se consume el proceso electoral de Junio.
No es que se le lleve la contra al Gobierno. Es que deben hacerse las cosas bien y no estar haciendo ensayos en algo de vital importancia como es la integración del órgano encargado de impartir y administrar justicia.
La cuestión más difícil es la impartición de la justicia; la administración es un tema más de metodología de la organización. Impartir justicia significa analizar las posiciones encontradas de dos partes, y decidir una controversia con fuerza vinculatoria, en vista de lo alegado y probado y con las regulaciones establecidas en las leyes, tomando en consideración los precedentes jurisprudenciales de resoluciones de casos previos iguales a los justiciables.
No es poca cosa. Tiene su chiste dictar una sentencia. Requiere no solo de que se haya cursado la carrera de Abogacía o la Licenciatura en Derecho y que se haya aprobado la carga curricular con un promedio de 8, se necesita mucho, mucho más, empezando por conocimientos especializados en la rama del derecho que se vaya a juzgar.
No es lo mismo dictar una sentencia penal que una administrativa, civil, laboral, familiar o mercantil; aunque todas tienen la misma estructura: la historia del juicio (resultando) los razonamientos del juez para juzgar (considerandos) y el sentido del fallo (proposiciones) porque esta es la estructura formal, pero la legislación aplicable a cada caso varía, igualmente cambian los sistemas de valoración probatoria y sobre todo el área del caso a resolver cambia en cuanto a los criterios que se siguen por los Tribunales Colegiados de Circuito y la Suprema Corte de Justicia amén de las Contradicciones de Tesis, por opiniones encontradas entre los distintos Tribunales Colegiados, lo cual requiere de mucha experiencia previa como juzgador.
Es un verdadero atrevimiento, una insensatez mayúscula, el “insacular” jueces por sorteo, por medio de la tómbola de la suerte, buscando que cualquier hijo de vecino pueda ser juez, magistrado y ministro, porque lo que realmente necesitamos es Jueces, Magistrados y Ministros (note las mayúsculas) en aras de la cantaleta de “abatir la corrupción”.
Debiera comenzar todo este circo por dejar de engañar a la gente con el mamotreto de la elección y decir las cosas como son: que el Partido del Estado será el encargado de seleccionar los jueces a modo del segundo piso de la 4T. Al pan pan y al vino vino.
La justicia en Tombolandia, será como los jueces de las Ferias: De chiste.