Muy mal padre

Jalisco /

Cuando estudiaba Derecho, una de las clases que más me llamaron la atención fue la que me impartía mi Maestro de Derecho Mercantil Societario, Don Alfonso Magaña y Coss. Era un genio de la didáctica, un verdadero Maestro.

Muy explícito y con ejemplos siempre ad hoc al tema que nos exponía.

Cuando nos habló del Fideicomiso, que entre paréntesis es una de las Instituciones Jurídicas más atractivas para mí, el Maestro Magaña, nos decía que el Fiduciario -de acuerdo con la Ley- siempre debería actuar frente al Fideicomiso como un buen Padre de Familia, protegiendo el patrimonio y haciendo que imperara siempre la concordia entre Fideicomitentes, Fideicomisarios y el propio Fiduciario.

Un buen Padre de Familia -decía mi Maestro- actúa siempre con responsabilidad porque en torno a él gira el núcleo familiar y si su actuar no es correcto, puede llevar a la ruina y la vergüenza a la familia y hundirse con su barco como los capitanes en alta mar, cuando no hay mas remedio.

Esa vieja lección arribó de nuevo a mis recuerdos, al enterarme de las absurdas declaraciones de las autoridades gubernamentales federales incluyendo la flamante presidenta electa, en torno a la problemática reinante en Sinaloa, actitud que también alude indirectamente a lo que sucede en Zacatecas, en Chiapas, en Michoacán, en la mayoría de nuestro territorio nacional.

¿Cómo es posible que el Gobierno no quiera intervenir para pacificar la región?

Es inconcebible. El Gobierno es la Ley, es la Autoridad, es el Padre de Familia de todos los mexicanos, su deber es cuidarnos y protegernos, imponer el orden, garantizar la convivencia pacífica.

La señora presidenta dijo que no entraría con fuego a pacificar, porque sería repetir la misma historia Calderonista; una excusa que peca de miope.

El gobierno no puede quedar en manos de la delincuencia, y la población no tiene porqué esperar paciente y riesgosamente a que los grupos delincuenciales se acaben unos con otros o de repente se acomoden en sus zonas de dominio.

¿De que sirve tanta ostentación que se hace en los desfiles, con vehículos artillados, soldados super equipados, armamento poderoso, flotas de aviones y helicópteros, tanquetas, tanques, si se van a dedicar solo al ornato y a construir?

El trabajo de los militares es defender la patria de los enemigos de afuera pero también de los enemigos de adentro. El gobierno no puede quedar impávido mientras se destruyen unos con otros y con los daños colaterales de la población.

Un padre de familia que está viendo que dos de sus hijos están trenzados en una riña golpeándose y causándose daño, no puede permanecer impasible, tiene que intervenir decididamente y aplacar los ánimos. Cuanta irresponsabilidad tendría si se abstiene de intervenir y uno de sus hijos acaba muerto; toda, absoltamente toda porque hay delitos de acción pero también delitos de omisión.

López Obrador dejará la presidencia con una herencia macabra: 200,000 muertos por la violencia. cientos de miles de desaparecidos, más de 700,000 muertos por Covid cuando el hoy desaparecido de escena López Gatell, vaticinaba una cifra de 60,000 muertos y que sería vergonzosa e improbable.

Muchas pérdidas de vidas señor presidente. Sinaloa en una guerra fratricida, y el gobierno espera ilusa e irresponsablemente que entre los carteles en disputa se pongan de acuerdo y dejen de agredirse.

Si así piensa dejar las cosas la señora presidenta, empezará con el pie izquierdo su mandato y no tendrá que esperar al juicio de la historia para escuchar recriminaciones. Si el presidente que ya se va no pudo, no supo o no quiso, usted no puede darse ese lujo, el horno no está para bollos.

Ya tuvimos un mal padre, no queremos una mala madre. ¡Ponga paz presidenta!


  • Abel Campirano
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