A cuatro meses de la elección, Joe Biden pasó del empate técnico a la caída en la contienda contra Donald Trump, después del desastroso debate en Atlanta.
Ayer The New York Times-Siena dio a conocer la última encuesta en la que Trump supera a Biden con un 49 por ciento frente a un 43 por ciento, tres puntos más a favor del republicano con respecto a la semana anterior, antes del debate.
Si antes del debate era arriesgado pronosticar quién podría ser el ganador el 5 de noviembre, hoy no cabe duda que el ex presidente republicano Donald Trump vencería a Biden a menos que retire su postulación y deje paso libre a un candidato o candidata demócrata con carisma y energía.
No es el caso de la vicepresidenta Kamala Harris que ha resultado ser un fiasco políticamente y carece de prestigio.
La opción más viable sería Michelle Obama, figura popular no solo entre mujeres y afroamericanos, sino que cuenta con la simpatía de amplios sectores de la sociedad estadounidense.
La ex primera dama, autora de bestsellers con más de 22 millones de seguidores en la red X, ganaría a Trump 50 por ciento contra 39 por ciento, en una hipotética elección, según una reciente encuesta de Reuters-Ipsos.
Biden es un hombre bueno y ha sido un buen presidente pero lamentablemente la capacidad mental y física a sus 81 años quedó de manifiesto urbi et orbi cuando en ocasiones habló lento, sin terminar algunas frases, con la mirada perdida.
Sin embargo, la esposa del presidente y sus más cercanos asesores insisten en que Biden y él mismo piensan que debe continuar en la campaña electoral.
La señora Jill Biden y demás consejeros de su esposo no se dan cuenta que están en un hoyo y lo siguen cavando.
Biden ha caído también en errores de fondo por su postura ambivalente en el gran tema de la migración indocumentada, preocupación número uno de los votantes, así como su errática política exterior en las guerras en Gaza y Ucrania.
Biden ha dejado de ser apto para seguir gobernando el país más poderoso del mundo y por ello debe renunciar a su precandidatura.
El declive mental de Biden parece ser irreversible pero no su precandidatura.
La oportunidad de cambiar la nominación podría ocurrir entre el 19 y 22 de agosto en la Convención Demócrata en Chicago, así que hay tiempo para el necesario relevo.
En aras del Estado de Derecho, hay que parar a un dictador. Trump nombró magistrados en la Suprema Corte que hoy solapan la democracia concediendo inmunidad a su investidura, después de azuzar a sus huestes a tomar el Capitolio y desconocer el resultado de la pasada elección presidencial.
Trump sería una amenaza no solo a la democracia de Estados Unidos, sino una amenaza a la seguridad nacional de México, a quien este desquiciado amenaza con cerrar la frontera y lanzar ataques militares contra los narcos en territorio nacional.