Finlandia es un país pequeño pero tiene los mejores niveles de educación, bienestar, honestidad y democracia del mundo.
Con una población de 5.5 millones de habitantes y una superficie equivalente a la suma de los estados de Chihuahua y Oaxaca, Finlandia destaca por ser el país mejor educado, con baja desigualdad social, alto nivel de transparencia y el primero que permitió el voto a la mujer en 1906.
Ahora esta nación progresista obtuvo otro logro social: desde fines del año pasado la primera ministra Sanna Marin, de 34 años, se convirtió en la jefa de gobierno más joven del orbe.
Marin gobierna con el apoyo de otras 12 mujeres de un total de 19 puestos de ministros, Y, por si fuera poco, el de Asuntos Exteriores es homosexual.
Miembro del Partido Socialdemócrata de Finlandia, de centro-izquierda, la joven Marin, maestra en administración pública por la Universidad de Tampere, inició su carrera política como concejal de la alcaldía de esta ciudad, continuó como parlamentaria, ministra de Transporte y primera ministra.
Pero la interesante biografía no termina aquí. Marin vivió una infancia y juventud difícil sin su padre y con bajos recursos económicos, pues luego de que su madre se divorció de él por ser alcohólico, su mamá tuvo como pareja a otra mujer con la que después contrajo matrimonio al ser permitido por la ley finlandesa.
En estas difíciles condiciones ¿cómo pudo esta mujer llegar a ser primera ministra?
“Vengo de una familia pobre y no habría podido tener éxito y salir adelante si no fuera por el Estado benefactor y el sistema educativo finlandés”, declaró.
Ahí está la clave para impulsar un país más justo: el Estado de bienestar y la educación.
Posdata
El 7 de marzo, el diario Washington Post calificó como un insulto a las tradiciones y valores estadunidenses el programa Remain in Mexico (Permanecer en México), por el cual nuestro país aceptó recibir a más de 60 mil solicitantes de asilo centroamericanos en nuestro territorio, mientras esperan el resultado de su solicitud.
La Suprema Corte de Justicia de Estados Unidos aceptó una demanda contra dicho programa, que ha causado una crisis humanitaria y de seguridad en la frontera, afirmó.
“Muchos de los migrantes —afirma el periódico en un editorial— se han rendido. Los que permanecen, varados en refugios miserables y campamentos de tiendas a lo largo de la frontera, son presa fácil de los cárteles criminales mexicanos. Human Rights First, un grupo de defensa de derechos humanos, ha documentado más de mil casos reportados de secuestro, tortura por violación y otros crímenes violentos contra migrantes que esperan en México.”
El diario concluyó señalando que la victimización masiva de los solicitantes de asilo va contra la ley estadunidense y de las obligaciones de los tratados de Estados Unidos que prohíben someter a los solicitantes de asilo a tales riesgos.
Mientras en nuestro país, el programa Permanecer en México es en general motivo de indiferencia e incluso de reproche a quienes levantan la voz contra la violencia y el abuso a los migrantes.
El tiempo pondrá las cosas en su lugar.
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@AGutierrezCanet