El viernes 25 agosto, un día antes del último foro del Frente Amplio por México en Mérida, Yucatán, los líderes de los partidos políticos que lo integran plantearon la necesidad de terminar por anticipado el proceso a favor de Xóchitl Gálvez y legitimar su triunfo con la encuesta que el sábado 26 empezaría a aplicarse.
La razón era que detectaron que el padrón para votar estaba inflado. Unos echaron la culpa al PRI de intentar incidir en el resultado a favor de Beatriz Paredes. Otros consideraron que se debía al intento de Morena para interferir en el proceso. Los más alarmados plantearon que incluso podría haber mano del crimen organizado. Concluyeron que la pretensión era que Paredes ganara la votación, a pesar de que a Xóchitl la favoreciera la encuesta.
El PRI aprovechó la coyuntura y su presidente nacional, Alito Moreno, se ofreció para concretar la maniobra. Él era el único que sabía que Paredes no ganaría ni en la votación, pero decirlo evidenciaría la debilidad de su estructura partidista.
Sabía que las firmas de Paredes estaban infladas. Entre priistas consiguieron miles en los últimos días cuando se flexibilizó el sistema para capturarlas. Utilizaron copias de credenciales de elector. Esto habría hecho imposible mostrar el mismo “músculo” en una votación, pues las copias no votan. Y sin músculo a la vista, el PRI se quedaba con menos cartas para negociar posiciones en el frente.
El sábado en el foro de Mérida, ya sabiendo lo que le pedirían, Paredes dijo con claridad que no iba a declinar e iba a quedarse hasta concluir el proceso. Seguían en Mérida cuando conversó con Alito al respecto. Ella pidió conocer el resultado de la encuesta para confirmar que ahí la que llevaba la delantera era Xóchitl.
El lunes, Alito convocó a los líderes de su partido para reunirse miércoles y jueves. Y en una “entrevista banquetera” reconoció que las encuestas no le favorecían a Paredes. Ella se mantuvo firme.
El martes, PRI, PAN y PRD pidieron al comité organizador del frente adelantar el resultado de la encuesta que ya se había aplicado y con ello cumplir con la condición de Paredes. El miércoles, conociendo el resultado de la encuesta, ella reconoció que Xóchitl llevaba ventaja.
Así el PRI cumplió y en el frente quedaron conformes al no exponerse a una votación intervenida o con poca participación.
Paredes decidió tomar un descanso y evitó alzarle la mano a su “colega”, con quien solo se reunió en su territorio: la sede nacional del PRI.