El proceso de construcción de un objeto de investigación es una tarea que implica una atención cuidadosa en varios momentos y aspectos. En el campo de la investigación cualitativa es pertinente tener claro que la búsqueda se centra en las relaciones causales de un hecho social o de una serie de eventos en el proceso de interacción humana. La búsqueda la iniciamos a partir de problemas y supuestos que identificamos y reflexionamos, es aquí donde la vigilancia epistemológica cobra sentido para evitar desviaciones teóricas, metodológicas o el seguimiento de falsos problemas. En este momento reflexivo es donde sucede la ruptura epistemológica en distintos sentidos: con los paradigmas construidos del pasado, con las lógicas de pensar y construir el conocimiento, con el sentido común, con la implicación respecto al objeto. De igual manera, lo supuestos que orientan este proceso es que la realidad social se construye socialmente y que el conocimiento es inacabado.
La construcción del objeto de investigación es una cuestión compleja, nos implica comprender, construir y delimitar. Las situaciones, escenarios y sujetos que deseamos investigar nos presentan una serie de problemas a los que nos enfrentamos. La selección de uno de ellos debe ser rigurosa, basada en un procedimiento teórico-metodológico que ponga en juego diversas variables: nuestros deseos, nuestras posibilidades, nuestros supestos, nuestro marco de referencia, entre otras. Al respecto, Comboni (2014) nos dice que las fronteras del conocimiento no sólo están establecidas, y aún con la paulatina desaparición de éstas, tenemos que hacer una selección de un conjunto de autores, enfoques, teorías o paradigmas que puedan ayudarnos a resolver nuestras dudas de investigación de manera plausible y que guarde pertinencia con nuestro objeto de investigación.
La incertidumbre y la angustia esta siempre presentes en el proceso de construcción del objeto, no es posible evitarlas. Trascender de las percepciones generales de lo que nos interesa investigar hacia los recortes de la realidad para seleccionar algún aspecto de un fenómeno, nos tarea sencilla. El investigador debe tener claro su posicionamiento frente a la realidad, además de un conocimiento amplio sobre el campo y situación que ha elegido. Las interrogantes que se plantee al respecto deben tener ese fundamento y referencia.
El objeto de investigación delimitado nos expresa un recorte de la realidad que implica que indagaremos ciertos aspectos y otros no. Si bien el problema se origina en el presente, ello no implica abandonar la indagación sobre aspectos histórico o de prospectiva con fundamento. De igual manera, nos coloca en la posibilidad de indagación sobre lo no evidente, lo no dicho, lo aparente. Delimitar el problema es afinar y estructurar formalmente la idea de investigación. Asimismo, se trata de la formulación del problema específico en términos concretos y explícitos y de forma que sea factible de ser investigado a través del método científico. (Comboni, 2014)
La delimitación se comprende como la ubicación clara y precisa del fenómeno o situación que se va a investigar, en qué tiempo y espacio se va a estudiar el problema, hasta dónde se va a llegar y, qué sí se tratará y qué no se estudiará. Implica la delimitación teórica y/o práctica o hecho a estudiar. La extensión de un tema tiene variaciones en tiempo y espacio; puede mostrar simultáneamente aspectos históricos o de prospectiva. La dimensión temporal- espacial la determina el experto. Es un corte necesario en el que se establece de manera clara hasta dónde se quiere llegar y qué se quiere observar. (Comboni, 2014)
Por último, cuando hemos delimitado el problema de investigación es necesario justificar el por qué y para qué se ha elegido ese tema y no otro. Respender a estas interrogantes es fundamentar porqué el investigador tiene que llevar a cabo la investigación de un problema, fenómeno o situación. En este momento se indica la relevancia social y el valor teórico- metodológico de la investigación que se propone. De igual forma, se deben de destacar los objetivo o propósitos fundamentales del estudio, sus alcances, el empleo de recursos y sus aportaciones para posibilitar su realización.