La demanda planteada por la SEP en el Taller Intensivo de Formación Continua para Docentes referente a la elaboración de un Programa Analítico requiere de una revisión cuidadosa y comprensión de cada uno de los planos que lo configuran. Anterior a ello es pertinente que las maestras y maestros tengan claridad sobre lo que implica un análisis. Una actividad de análisis supone la interpretación y estudio de los componentes, partes o estructura de una situación, objeto o sujeto con la finalidad de conocer con mayor profundidad sus cualidades, fundamentos, características, condiciones, que dan sentido y explicación a las causas, acciones o implicaciones del tema que nos ocupe. Analizar entonces, implica comprender los componentes, tiempos, contextos y actores.
En este sentido, la elaboración de un Programa Analítico les exige a los docentes, no solo la comprensión amplia de los elementos y dimensiones que están presentes en su práctica educativa sino también que posean información de orden teórico-conceptual y metodológico que les permita una claridad sobre cada momento de su construcción. Visto así, el Programa Analítico se constituye efectivamente en una estrategia de problematización, contextualización y conceptualización de la práctica que deriva en posicionamientos de mayor autonomía curricular y docente.
El primer plano del Programa Analítico, referido al contexto socioeducativo, les plantea una “lectura de la realidad escuela-comunidad-región-país-mundo”, que además les implica un “ejercicio de problematización”. Esto significa que los docentes reflexionen individual y colectivamente sobre las condiciones, particularmente del entorno inmediato, y escolares que están presentes en su práctica y desarrollen un proceso de articulación con el Plan de Estudios y sus componentes. Esto permitirá que tengan una mirada actualizada y cercana a la realidad de su práctica educativa.
En el segundo plano, llamado de contextualización (que debería llamarse de análisis curricular), les plantea una revisión exhaustiva de los Programas Sintéticos (diseños estandarizados y obligatorios para todos) para identificar articulaciones entre sus componentes (contenidos, campos formativos, ejes) y situaciones-problema (sociopedagógicos) que los llevan a visualizar posibles estrategias metodológico-didácticas para su atención (proyectos, entre ellas) y el desglose de cada una de ellas. Este ejercicio es posible desarrollarlos por grado, fase o escuela.
El tercer plano es el del Codiseño. Derivado del análisis de los Programas Sintéticos, los docentes identifican posibles contenidos específicos que no estén contemplados, teniendo siempre presente el ejercicio de análisis del contexto socioeducativo que elaboraron en el primer plano. Además de proponerlos en su incorporación es importante argumentarlo. El sentido de “codiseñar” se explica porque se complementan y contextualizan contenidos curriculares al diseño estandarizado (diseño de Programa Sintético).
Como continuidad al Programa Analítico, se arriba al plano didáctico, que constituye el momento en que el docente (o docentes si deciden colegiar por grado o fase) desplegará de manera particular sus estrategias de enseñanza para el aprendizaje de su grupo, teniendo siempre como referencia los tres planos del Programa Analítico.
En resumen, el Programa Analítico, en el desarrollo de construcción metodológica como esta planteado, se constituye en un acercamiento diferente problematizador para comprender mejor nuestra acción educativa y pedagógica-didáctica. Es una posibilidad, y pretexto, para generar colectividad pedagógica en las escuelas y desarrollo autónomo, pero principalmente nos posiciona en un lugar distinto para repensar la escuela y el sentido de nuestra acción socioeducativa.
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