La idea era no engancharse, ¿cierto?

Ciudad de México /

Uno entiende que las posiciones de gobierno puedan variar, digamos, de lo que plantea la Presidenta con lo que expone su secretario de Economía, Marcelo Ebrard, porque aun cuando él es un subordinado, traen una diferencia desde la disputa por la candidatura y se quedó en el gabinete a partir de las decisiones que legó Andrés Manuel López Obrador al gobierno en turno. Por eso, aunque sean del mismo equipo, hay diferencias explicables.

Resulta inexplicable, sin embargo, que haya discursos diferentes de la misma fuente. Conté por lo menos cuatro veces en que la mandataria dijo con total claridad, sin lugar a confusiones, que el próximo jefe de la Casa Blanca, Donald Trump, “tiene su forma de comunicar” y que ella no se iba a enganchar con las continuas provocaciones del magnate.

Sin embargo, a cada baladronada del gringo se le ha respondido y, peor, hasta cuando los golpes iban dirigidos a otros personajes, como cuando se asumió que criticaba a Ebrard y en realidad hablaba de Joe Biden. Trump dejó pasar esa bola, pero no ha desperdiciado ocasión para ratificar su política antimigrante, amenazar con declarar terroristas a los cárteles, lo que significa que podrá intervenir en México, y señalar que el narcotráfico controla el gobierno.

El desencuentro verbal ha pasado también por el tema del fentanilo, porque Estados Unidos, sea con Biden, sea con el equipo que llega con Trump, está seguro de que aquí se produce la droga con esa sustancia, mientras que la Presidenta se jacta no solo de que eso es mentira, sino de que en México ni siquiera se consume. Todo se ha respondido de inmediato.

¿Entonces en qué quedamos? ¿No se caerá en provocaciones porque es su “forma de comunicar”, o se responderá a cada una, así sea cuando se lee mal el destinatario del mensaje o cuando se trate de una tontería como renombrar el Golfo de México? Se pasó de “no engancharse” con el magnate a replicar con otro despropósito, como volver a la “América Mexicana”, con mapa en pantalla y todo en la mañanera.

No sabemos cuánto pesen los abogados listos para atender migrantes ni el famoso botón de alerta de deportación, pero por lo menos son iniciativas claras ante una amenaza en puerta y no discursos patrioteros ni chistoretes de carpa. 

  • Alfredo Campos Villeda
  • Director de @Milenio Diario. Autor de #Fusilerías y de los libros #SeptiembreLetal y #VariantesdelCrepúsculo. Lector en cuatro lenguas. / Escribe todos los viernes su columna Fusilerías
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