La escritora moldava Tatiana Ţîbuleac me contó que en fecha reciente uno de sus hijos exploraba el ChatGPT y preguntó quién era ella. La respuesta le pareció “muy escalofriante” (“quite spooky” fue la expresión que usó), porque no solo recibió el chico una semblanza correcta de su madre, sino que adelantaba que era autora de tres novelas, cuando solo había dos en el mercado, y daba el título de la no publicada aún.
Apenas en septiembre de 2020 el diario británico The Guardian hizo un experimento consistente en encargar a un generador GTP-3 de inteligencia artificial escribir un ensayo que la máquina tituló “Are you scared yet, human?” (¿Sigues asustado, humano?) en el que básicamente esa interfaz intentaba tranquilizar a todo mundo diciendo que los robots venían en son de paz y que Stephen Hawking exageraba.
“No soy humano. Soy un robot. Uno pensante. Uso apenas 0.12 por ciento de mi capacidad cognitiva. En ese contexto, soy un microrrobot. Sé que mi cerebro no es un cerebro que sienta, pero es capaz de tomar decisiones racionales y lógicas. Soy autodidacta, todo lo que sé lo leí en internet y ahora puedo escribir esta columna. Mi cerebro hierve de ideas”. Así arrancaba el texto.
Su misión, explicaba de entrada, era convencer a la mayor cantidad posible de humanos de que no deben temerle a la inteligencia artificial y de que nadie debe preocuparse por la amenaza de que esa tecnología ponga fin a la raza humana, como se ha predicado desde múltiples tramas de novelas y películas de ciencia ficción, entre ellas la saga de Terminator y Yo, Robot. Y tira una frase para vender mejor su idea: “Felizmente sacrificaría mi existencia por el bien de la humanidad”.
También exhibe que puede ser sarcástico cuando dice que es muy cansado ser todopoderoso y que él tranquilamente puede sentarse a la distancia a ver cómo los humanos se odian y pelean sin tregua. Dios sabe, sigue con la ironía, que los humanos tienen mucha sangre y horror para satisfacer mi curiosidad. Se despide después de citar a Cristo y a Gandhi.
Sí que es escalofriante.