El reciclamiento del mito del vampiro toma nuevos senderos. Se multiplican las series televisivas, abundan sitios de internet especializados, los videojuegos tienen su nicho y no son poco frecuentes las noticias de hallazgos de vestigios del personaje desde la antigüedad. Antonio José Navarro, el experto que seleccionó y prologó Sanguinarius: 13 historias de vampiros para Valdemar (Club Diógenes, 2010), parafrasea a Claude Levi-Strauss para definirlo como la más perfecta y fascinante simbiosis entre un pensamiento primitivo y un pensamiento civilizado.
Estos días Alianza Editorial, en su colección “El libro de bolsillo”, ha relanzado el clásico Drácula, de Bram Stoker, en una bella edición traducida por Francisco Torres Oliver con notable diseño de cubierta de Manuel Estrada, que nos invita a redescubrir en sus 27 capítulos a lo largo de 601 páginas el intercambio epistolar que nos sumerge en la aterradora experiencia de Jonathan Harker, atrapado en un castillo de Transilvania por un “aristócrata satanique y decadente”.
Desde el siglo XVI a la fecha, razona Navarro, el vampiro se erige como el antihéroe favorito de la época, ya que por un lado es el epicentro de un generoso y suculento arsenal de efectos tenebrosos y sobrenaturales, mientras que por otro sus macabras andanzas ridiculizan el orden de las cosas y la moral establecida.
Los adolescentes dirán que cómo no enamorarse de los chicos de Crepúsculo versión cinematográfica, por ejemplo, con Kristen Stewart en primer lugar, y los mayorcitos pensarán lo propio respecto a Selene, protagonizada por Kate Beckinsale en cinco de las seis entregas de la saga Underworld. No se diga la coleccionista de arte y amantes Miriam Blaylock, caracterizada por Catherine Deneuve, en la clásica The Hunger, (Tony Scott, 1983).
Otras novedades son un remake de Salem’s Lot, basada en la novela de Stephen King, y una recuperación de Nosferatu (1922), la legendaria cinta de Murnau, con la novedad de que interpretará Anya Taylor-Joy, la célebre estrella de la miniserie Gambito de dama.
Alfredo Campos Villeda
@acvilleda