Mañana va a ser un día histórico: el evento Teletón cumplirá 25 años de haber cambiado la historia de México.
No necesito recordarle la increíble cantidad de aportaciones que Fundación Teletón ha hecho en un cuarto de siglo. Un montón de espacios han estado hablando de esto en los últimos días.
A mí lo que me corresponde es profundizar en el otro lado de esto, en todo lo que ha cambiado a nivel mediático gracias a Teletón.
Quiero que entienda de dónde venimos. Antes de Teletón, la discapacidad prácticamente no existía en nuestros medios de comunicación.
Era un tema tabú, algo negativo, que se evitaba, que no se quería ver, mucho menos atender.
Somos lo que vemos. En consecuencia, en aquel entonces, había una suerte de rechazo hacia las personas con discapacidad. Eran una vergüenza, una tragedia, algo malo.
¿Qué ocurría cuando esto regresaba a la industria del entretenimiento? Lo peor.
A las personas con discapacidad se les nombraba con palabras hirientes, eran objeto de agresiones, de burlas, casi, casi, un estorbo.
No y no le cuento del impacto de esto en los productos dramatizados. Antes de Teletón, en los unitarios, en las telenovelas, en las comedia, las personas con discapacidad tendían a ser la peores.
Discapacidad era sinónimo de amargura, una justificación para ser villano, para engañar o chantajear al prójimo.
¿Pero sabe qué era lo más siniestro? Que la discapacidad era un castigo. Quiero que se dé cuenta da la monstruosidad editorial en la que vivíamos:
Si usted había sido una persona mala, Dios mismo la iba a castigar con una discapacidad.
¿Se da cuenta del impacto de todo? ¿Cómo cree usted que se sentían las personas con discapacidad en aquellos años? ¿Cómo se imagina usted que se sentían sus padres, su parejas, sus amigos?
Teletón no sólo contribuyó a todo eso que hoy se comenta, como lo de las rampas y las oportunidades de trabajo. Gracias a Teletón aprendimos a respetar, a entender, a sentir y a cambiar.
No, no fue instantáneo. Ha sido un proceso de 25 años pero es indiscutible que a partir de esto, los productores, directores, escritores, actores y reporteros lo piensan dos veces antes de crear un contenido que involucre a personas con discapacidad.
La industria de la comunicación y del entretenimiento está en deuda con Teletón.
Las discapacidad ya no es un tema tabú, ya no es algo que se evita. Hoy es algo cotidiano que se atiende y que se atiende con amor.
Se lo repito: somos lo que vemos. El resultado ha contribuido enormemente a la inclusión de las personas con discapacidad.
Las palabras ahora son otras. Las emociones, también. Esto le ha dado fuerza a millones de mujeres y de hombres en todo el país, a millones de mamás y de papá. Ha inspirado. Ha servido.
Por supuesto que todavía queda mucho por hacer, pero la tendencia, hoy, en productos dramatizados, es la dignidad, sin etiquetas, sin castigos.
Y esto es sólo un poco de lo mucho que le puedo decir de este otro lado de esta historia de éxito.
Si se pudieran cuantificar las aportaciones mediáticas de Teletón, las que tienen que ver con las ideas y con las emociones, le juro que serían muchas veces más grandes que las tangibles.
De ese tamaño ha sido el cambio que Teletón inició hace 25 años. No dejemos de corresponder. No dejemos de contribuir. Nos vemos mañana con nuestros donativos en esta gran fiesta. Nos vemos mañana en el evento Teletón.
Álvaro Cueva
alvaro.cueva@milenio.com