Ahí viene ‘Cien años de soledad’

Ciudad de México /

Nunca hago esto, pero lo que va a ocurrir es tan importante, tan grande y tan bueno que yo tendría que ser el peor de los periodistas si no lo hiciera.

Quiero que hablemos hoy de “Cien años de soledad”, la serie que Netflix va a estrenar el 11 de diciembre.

La historia, por primera vez en serie. ESPECIAL

¿Por qué ahora si faltan tantísimos días? Porque me da mucho miedo que un lanzamiento así de relevante, así de poderoso, no se aprecie o que termine como ha pasado con algunos estrenos recientes tipo “Pedro Páramo”, “Como agua para chocolate” o “Travesuras de la niña mala”.

Para un sector muy específico de la sociedad, adultas y adultos maduros, “Cien años de soledad” es el libro que leyeron en la escuela, algo demasiado sagrado, tanto que gracias a esta novela su autor, el inmenso Gabriel García Márquez, ganó el Premio Nobel de Literatura hace muchos, muchísimos años.

Para esa gente la nota es el sacrilegio: ¡Cómo es posible que alguien se haya atrevido a querer convertir una novela tan especial en serie! ¡García Márquez siempre se opuso a que la llevaran al cine! ¡La serie jamás será tan buena como el libro! ¡Qué insulto tan más grande!

Y, por supuesto, se cuelgan de conceptos tan anticuados como “realismo mágico” para sentirse superiores, para pararse el cuello.

Pero a mí las que me preocupan son las nuevas generaciones. Para ellas, salvo honrosas excepciones, “Cien años de soledad” no significa nada, no conecta, es complicada, inentendible, muy siglo XX.

¡Qué flojera el “realismo mágico”! ¿Qué será eso? ¿Como para qué?

Urge que desde hoy trabajemos con las chicas, los chicos y les chiques del siglo XXI para sensibilizarlos sobre lo que va a ocurrir en Netflix y que no lo terminen odiando, interpretando de manera equivocada o abandonando a la mitad.

Comencemos desacralizando esto. Dejemos de ver a García Márquez como una mamonsísima escultura de bronce. Definámoslo como un periodista de izquierda, chingón, valiente, buena onda, que entre muchas cosas, escribía novelas.

Dejemos de ver a “Cien años de soledad” como ese libro gordo, aburrido y escrito como en clave que sólo podían entender unos cuantos privilegiados que iban tomando notas mientras lo leían.

Si le parece, vamos a definirlo así: “Cien años de soledad” es una metáfora de “La Biblia” y así como el “Primer testamento” está lleno de aventuras, acción y calenturas, cuando uno se mete a leer este texto, tiene que hacerlo por partes para enterarse bien de cada chisme.

¿Qué pasaría si a usted le dijeran: Netflix va a hacer “La Biblia” en serie? Evidentemente no va a esperar lo mismo que espera cuando mira “Cobra Kai” o “Stranger Things”.

Lo que vamos a ver a partir del 11 de diciembre, si estuviéramos hablando de “La Biblia”, va a ser una interpretación del “Primer testamento”, de cada uno de los 46 libros que lo conforman.

Y así como lo del Diluvio Universal no tiene nada que ver con lo de Moisés, pero sí, lo que las audiencias van a ver en “Cien años de soledad” tiene un carácter que rompe por completo con el que se acostumbra en las industrias del cine, la televisión y el “streaming”.

¿Por qué Netflix se lanzó a la aventura de producir algo como esto?

Por la misma razón por la que tantos estudios cinematográficos han hecho tantas versiones de tantas historias de “La Biblia” desde los tiempos del cine mudo.

Ahí está nuestra historia. Ahí están nuestras raíces. Ahí está nuestra fe. Ahí está lo que somos.

Colombia, México y toda Hispanoamérica tienen que estar muy agradecidos con Netflix por semejante acto de amor porque se necesita amar muchísimo a una región como la nuestra para invertir en una aventura de este tamaño con tal de darle a las audiencias el retrato que, de tan peligroso, nadie se había atrevido a hacer.

Que Netflix se meta hoy con “Cien años de soledad” es tan delicado como cuando Salman Rushdie escribió “Los versos satánicos”.

La diferencia está en que Netflix se ha esmerado en hacerlo bien, con respeto y organizando presentaciones en lugares insólitos para que se entienda la magnitud de lo que está pasando aquí como la que se hizo la semana pasada con Carmen Aristegui en La Vasconcelos o como lo que acaba de pasar en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara.

Por favor prepárese a ver un acontecimiento histórico, un acontecimiento cinematográfico, un evento monumental.

Prepárese a ver algo tan grande como “La Biblia” pero por primera vez en serie y si puede, lea o relea esta obra maestra de Gabriel García Márquez para que al final podamos ir por todo: por el cine, por la literatura, por el arte, por la diversión.

Vale la pena. ¿A poco no?


  • Álvaro Cueva
  • alvaromilenio5@gmail.com
  • Es el crítico de televisión más respetado de México. Habita en el multiverso de la comunicación donde escribe, conduce, entrevista, da clases y conferencias desde 1987. publica de lunes a viernes su columna El pozo de los deseos reprimidos.
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