Traigo el corazón lleno de emociones: tuve el privilegio de ir al concierto de Alejandro Sanz, pero no en un teatro convencional. ¡Lo vi en Xcaret! Y espérese, la cosa apenas comienza. Me hospedé en el Hotel Xcaret México, lo gocé a profundidad, saludé al mismísmo Miguel Quintana Pali, comí como rey, conocí el mejor brunch de todo México y hasta me di el lujo de ir al espectáculo del Parque Xcaret.
¿Ahora entiende cómo me siento? Alejandro Sanz es una figura fundamental de la música internacional. Creo que no hay alguien que no haya cantado alguna vez al menos una de sus canciones. Su estilo es formidable y sus letras, exquisitas. Este señor sabe llegarle al alma a las mujeres y a los hombres. Bueno, ahora, en La gira, está desatado. Es todo Alejandro, todo el romanticismo, toda la alegría, todo el dolor, en dos horas como para volverse loco de felicidad. Quiero, por favor, que se imagine lo que es escuchar a este artista en El Gran Tlachco, el auditorio monumental del Parque Xcaret. Le juro que es una experiencia maravillosa, inolvidable.
¿Cuál es la nota? Que Grupo Xcaret va con todo hacia su posicionamiento como la meca de los espectáculos en vivo de nuestro país y yo diría que de toda América Latina.
¿Se imagina usted lo que va a pasar ahí cuando estos señores, que han sido capaces de construir los mejores parques temáticos del mundo y el mejor hotel de México (no solo lo digo yo, todo esto está certificado por diferentes premios), consigan lo mismo, pero en la rama de los megaconciertos?
Aquello se va a poner increíble. De mí se acordará. Ahí viene el estadio. Ahí viene el centro de convenciones.
La gira de Alejandro Sanz fue solo un aviso. ¡Prepárese! Por cierto, qué lugar tan más fabuloso es el Hotel Xcaret México. Es, por sí mismo, un destino. Quienes nos hospedamos ahí tenemos acceso a los parques Xcaret, Xel-Há, Xplor, Xplor Fuego, Xenotes, Xoximilco, Xenses y Xavage más un montón de tours como el de Xichén.
El all fun inclusive es inagotable pero lo que me dejó con la boca abierta fue toda la parte de alimentos y bebidas.
Lo que se vive ahí no es un “todo incluido” tradicional. La calidad de lo que se come y de lo que se bebe en ese hotel es altísima.
Y todo está lleno de detalles que le hacen un homenaje a los mejor de nuestra cultura, desde lo más sofisticado de la suculenta gastronomía yucateca hasta el puesto de tacos de la esquina.
Amé vivir el Hotel Xcaret México, pero me enamoré de su brunch dominical. Yo necesitaría varias columnas solo para reportarle lo que hay ahí.
Creo que así como todos los mexicanos tenemos la obligación de ver al menos una vez en la vida el espectáculo nocturno del Parque Xcaret, ahora todos, igual, debemos ir al menos una vez a agasajarnos con este inmenso acto de amor. Y es aquí donde yo quisiera hacerle una recomendación de oro: luche por adquirir ya, aunque sea en audiolibro, Xueños, el libro de Miguel Quintana Pali, el genio que soñó con Xcaret.
Es lo más hermoso e inspirador que va a encontrar sobre el espíritu emprendedor en este momento, un documento imperdible para el México de hoy. ¡Gracias a todos los que hicieron posible esta experiencia! ¡Gracias de corazón!
alvaro.cueva@milenio.com