Yo no sé cómo sea la vida en Palacio Nacional pero me imagino que nuestro presidente, además de tener todo el trabajo que tiene, goza de algo parecido a una vida en donde lee, escucha música y ve televisión.
Me queda claro que así es porque, por lo que luego vemos en las redes sociales, está al tanto, como usted y como yo, de los éxitos de nuestras grandes estrellas como Tenoch Huerta.
¿Por qué le estoy diciendo esto? Porque le quiero pedir, con mucho respeto, cariño y humildad, a la persona que le maneja su agenda a Andrés Manuel López Obrador, que lo invite a ver una película que se estrena hoy en Netflix.
Se llama “Ruido”, tuve el privilegio infinito de verla desde hace mucho tiempo, y cuando estaba ahí, frente a la pantalla, no podía dejar de pensar en nuestro presidente.
Decía: “esta película es para AMLO”, “Ojalá la pudiera ver López Obrador”, “me encantaría que la viera el presidente”.
¿Por qué? Primero, porque es magnífica. Y segundo, porque creo en el poder del cine como elemento transformador.
Si hoy tenemos en la presidencia a un líder como Andrés Manuel es, entre muchas razones, porque antes de las elecciones de 2018 tuvimos un montón de películas y de series fundamentales como “La ley de Herodes”, “El infierno”, “Infames” e “Ingobernable”.
Hoy, ese tipo de contenidos ya no es necesario y es aquí donde entran otras propuestas, como “Ruido”, para sensibilizar a las multitudes, para tocarnos el alma, para ayudar a las autoridades.
Yo creo que AMLO es un gran líder y que tiene un corazón enorme, pero tengo la impresión de que entre la guerra sucia y las complejidades de nuestra nación, de repente debe ser muy difícil atender ciertos temas.
“Ruido” es tan maravillosa que cuando el señor y su equipo la vean, harán cosas todavía mejores, le ayudarán a encontrar la luz a miles de familias, verán la realidad de este país de una manera diferente.
Por favor, pónganle “Ruido” al presidente y, por supuesto, usted luche por verla ya. Su vida cambiará como cambió la mía. Se lo garantizo.
No le voy a vender trama para no arruinarle la experiencia, pero estamos ante un filme fundamental de una directora a la que admiro mucho protagonizada por una de las mejores actrices del mundo.
Me refiero a Natalia Beristáin (“Los adioses”) y Julieta Egurrola (“En el país de no pasa nada”), respectivamente. Cuando vean a Julieta en Hollywood, mínimo, la nominan al Oscar. Se lo juro.
¡Qué tamaño de actuación! ¡Y qué tamaño de película! “Ruido” es un híbrido donde la ficción se mezcla con la realidad llevándonos del mundo de las grandes actrices y de los grandes actores profesionales al de las mexicanas y los mexicanos de verdad, gente que no está actuando, gente que se muestra tal cual.
Aunque parezca que trata de lo mismo que otros filmes, dice cosas distintas, cosas que nunca se había dicho, cosas de una profunda humanidad que nos ayudan a entendernos como personas, como mujeres, como hombres y como sociedad.
Es una obra maestra que me lleva a aplaudirle de pie a todas y cada una de las personas que participaron en ella. Desde Teresa Ruiz, Mónica del Carmen, Arturo Beristáin y Adrián Vázquez hasta creadores como Diego Enrique Osorno (guionista), Alo Valenzuela (guionista), Dariela Ludlow (fotógrafa) y Pablo Chemor (música), por mencionar sólo a unas cuantas.
Estamos ante el primer gran evento cinematográfico del año. Véalo en Netflix y luego lo comentamos. Ojalá que con el presidente. Le va a gustar. De veras que sí.
Álvaro Cueva
alvaro.cueva@milenio.com