¡Qué tan bueno no será “Carpe Diem” que me senté a ver un capítulo y acabé devorando toda la primera temporada de un sentón!
¡Qué cosa tan más divertida, completa, humana, inspiradora! No es un “reality show”, no es un video de YouTube.
Es todo lo que ya hemos visto, pero potenciado. Como si se estuviera creando un lenguaje. Como si se estuviera inventando un espectáculo.
En el muy remoto caso de que usted no sepa nada de esto. “Carpe Diem” es una expresión muy famosa de un poeta del Imperio Romano que, palabras más, palabras menos, significa: disfruta el momento, aprovecha el día de hoy, vive con intensidad.
Y “Carpe Diem”, la serie, es una propuesta de Juanpa Zurita que en muy poco tiempo se convertirá en un fenómeno mundial.
¿Por qué? Por honesta, por diferente, por lo bien hecha que está pero, sobre todo, por su muy peculiar mecanismo de distribución.
Esto no viaja ni por televisión, ni por redes sociales ni por plataformas, pero está en los cinco continentes completamente gratis tanto en español como en inglés.
Es un Roku Original. ¿Qué significa esto? Que quienes tienen Roku, por el simple hecho de tenerlo, como yo, le pican a una opción y listo. ¡Ahí está!
Antes de decirle qué es esto, le voy a decir qué no es esto. “Carpe Diem” no es como lo que hacen Eugenio Derbez y Omar Chaparro, no es “La casa de los famosos” ni mucho menos “¿Quién es la máscara?”
Es una serie, medio reality, medio post, medio documental, medio podcast donde Juanpa, acompañado de alguien importante en su vida, cumple con sus fantasías más peligrosas.
Desde arriesgar la vida escalando una montaña hasta exponer su sistema nervioso haciendo acrobacias en un avión de combate pasando por experiencias vaqueras, circenses, con monster trucks y más, mucho más.
El caso es que el señor, en cada capítulo, está a punto de morir pero lo más maravilloso de esto es que ya no estamos hablando del morbo de la televisión de los años 2000 tipo “Jackass” o “No te equivoques”.
¡No! Aquí lo extremo nos lleva al crecimiento personal, al aprendizaje de cosas mucho muy profundas, al auténtico “Carpe Diem”.
Y si algo necesita la humanidad hoy es precisamente eso: “Carpe Diem”.
No le voy a contar muchos detalles para no arruinarle la experiencia pero me parece admirable todo lo que pasa y hay en este título.
De entrada, la narrativa es alucinante porque reta lo mismo a lo que tenemos en medios tradicionales como a lo que tenemos en plataformas y redes sociales.
Son historias que se cuentan a partir de sueños de infancia, de imágenes muy íntimas, pero simultáneamente chistosas, “adrenalínicas”, románticas, y todo el tiempo nos estamos sorprendiendo.
Está el peso de una estructura, de la creación de suspensos, de eventos inesperados. Quien haya escrito y editado esto se merece un premio.
Pasemos ahora a la realización. No me quiero ni imaginar la cantidad de personas, de tiempo y de dinero que se necesitó para cada minuto de cada episodio de “Carpe Diem”.
Las tomas van, vienen, se mueven, entran imágenes inesperadas, letreros. Y mientras eso sucede escuchamos música y efectos que, deje usted que sean originales y del más alto nivel, están colocados con maestría.
¡Qué sorpresa tan más fabulosa la que nos está dando Juanpa Zurita!
Para él, considerando todo lo que ha hecho, sería facilísimo quedarse en su zona de confort y seguir brillando como actor, conductor, influencer y todo lo que usted y yo le conocemos.
Pero no, no sólo se reinventó, no sólo innovó, arriesgó el pellejo con tal de volver a romper esquemas y vaya que lo consiguió. ¡Vaya que valió la pena! ¡Felicidades!
Luche con todas sus fuerzas por ver ya, pero ya, “Carpe Diem” en Roku. Le va a gustar. De veras que sí.