Qué buena es Chilling Adventures of Sabrina, el estreno de este fin de semana de Netflix.
Tuve el privilegio de ver toda su primera temporada con anticipación y si a usted le gustan esta clase de producciones, enloquecerá de placer como yo.
¿Y cuáles son este tipo de producciones? Regalos de Halloween como Stranger Things 2 el año pasado, historias de terror juvenil nostálgicas, llenas de referentes culturales.
Como usted sabe, Chilling Adventures of Sabrina es algo así como una versión 2018 de Sabrina, el exitoso cómic que gozaron nuestros padres y nuestros abuelos hace ya varias décadas.
A esto hay que sumarle, por supuesto, el recuerdo de Sabrina, la bruja adolescente, una de las series familiares más populares de los años 90.
¿En verdad vale la pena aventarse el maratón de Chilling Adventures of Sabrina?
Por supuesto que sí, especialmente si usted es muy joven o si no sabe nada de Sabrina.
Cuando la vea, la disfrutará mucho, porque a partir de su protagonista, que vive una dualidad muy potente, encontrará soluciones.
¿Soluciones? ¿Soluciones a qué? Soluciones a los conflictos de la vida cotidiana, de la escuela, de los amigos, de la familia.
No le quiero contar detalles para no arruinarle la experiencia, pero es interesante lo que está sucediendo aquí, muy útil, positivo.
Y en términos de producción, aquello es un espectáculo redondo, caro, emocionante, puesto en pantalla con una dirección de arte irresistible y con excelentes efectos especiales.
¿Cuál es la nota? Que esta Sabrina no es la Sabrina de los cómics ni la del programa de los años 90.
Es una Sabrina corregida y aumentada, una Sabrina que oscila entre Harry Potter y el terror más creativo de los últimos años.
Sí me interesa detenerme en estos dos puntos porque se necesitan mucho talento y mucho valor para proponer un nuevo tipo de Sabrina y una nueva clase de terror a estas alturas de la guerra global de los contenidos.
Chilling Adventures of Sabrina es para Sabrina, la bruja adolescente lo que El hombre de acero para Superman de 1979.
Necesitábamos una actualización, un personaje principal que, sin traicionar la esencia de aquel gran clásico del entretenimiento internacional, le dijera cosas a las nuevas generaciones.
Esta Sabrina de Netflix lo consigue. ¿Y qué me dice de los otros personajes o del giro que le dieron al gato Salem? Es lo mismo pero mejor. Se lo garantizo.
¿A qué me refiero cuando le digo que en Chilling Adventures of Sabrina se propone otra clase de terror?
A que para los productores de este título hubiera sido muy fácil hacer lo mismo que se hace en emisiones como American Horror Story. ¡Finalmente el público ya se acostumbró a eso!
Pero no, estos hombres y mujeres fueron más allá, se atrevieron a proponer algo nuevo.
Y no solo lo propusieron, hicieron que funcionara, que nos lo creyéramos, que nos involucráramos y que nos divirtiéramos.
Me queda claro que los eruditos del cómic y de las series del pasado se van a quejar de esta serie hasta reventar las redes sociales por los cambios en el tono y en la protagonista.
Pero, honestamente, hubiera sido de flojera absoluta volver a la ingenuidad de las historietas del pasado o a la frivolidad de las comedias noventeras con los niveles de exigencia de las audiencias de la actualidad y cuando hay tantos temas tan rudos flotando en el ambiente.
Amo Chilling Adventures of Sabrina porque, insisto, no es una serie hueca.
Es un poco como 13 Reason Why pero con fantasía, una ficción que aborda algunos de los más dolorosos conflictos sociales de hoy para ayudar a los muchachos, para estimular el diálogo, para poner a los padres y a los hijos a conversar.
¡De por sí los papás y los muchachos van a tener muy buen chisme comparando esto con las versiones del pasado! ¡Imagínese con esto que le va a permitir a muchos chicos abrirse y contar sus problemas!
¿Ya le quedó claro por qué adoro Chilling Adventures of Sabrina?
Y a todo esto, ¿es tan buena como Stranger Things?
Sería muy injusto jugar a amarrar navajas entre estos dos proyectos porque aunque comparten muchas cuestiones, no van precisamente por el mismo lado.
¿Cuáles son las cuestiones que comparten? La nostalgia, el terror, el suspenso, el espíritu familiar, los personajes entrañables, la música de otras décadas y hasta cierto tipo de visiones.
¿En dónde se siente la ruptura? En que aquí, más que niños, se apela a los adolescentes, a temas más escabrosos, a una búsqueda más social.
Pero tan buena una serie como la otra y, lo mejor de todo, ambas son del mismo sistema de distribución de contenidos en línea: de Netflix.
¿Qué va hacer este fin de semana? Yo que usted me iba poniendo a tono para Halloween y me aventaba el maratón de Chilling Adventures of Sabrina. Le va a gustar. De veras que sí.
alvaro.cueva@milenio.com