Acabo de ver todos sus capítulos y todavía no me repongo del guamazo a la cabeza, al corazón, al alma.
Por supuesto, le estoy hablando de Ozark, la nueva producción original de Netflix que está saliendo hoy al mercado y que es fundamental.
Tan importante o más que House of Cards, Orange is The New Black, Stranger Things o 13 reasons why cuando se estrenaron.
No sabe usted qué cosa tan más impresionante de thriller convertido en serie para OTT (lo que en México llamamos sistema de distribución de contenidos en línea).
Es como volver a los tiempos de Hitchcock, pero con los conflictos de hoy. ¡Los que salen en las noticias!
Una vez que usted la comience a ver no la va a soltar jamás. Me acordé de tantas películas, de tantos libros. Y lo mejor de todo es que nunca se cae.
¿Cómo le hicieron estos señores para plantear un contenido de este tipo en una temporada de diez capítulos? ¡Cómo!
Pero déjeme le explico con calma para que entienda la magnitud de maratón que se va a echar este fin de semana:
¿A usted le gusta el dinero? ¿Tiene suficiente? ¿De qué sería capaz con tal de tener más dinero, mucho dinero? ¡De qué!
¿Qué tanto cambiaría su vida si usted tuviera más dinero? ¿Qué tanto cambiaría todo, incluso en términos sexuales, si a usted le sobraran los billetes?
No le quiero dar muchos detalles porque no me gustaría arruinarle la experiencia de esta serie, pero por ahí comienzan las cosas en Ozark.
Es la historia de un hombre, padre de familia, marido ejemplar, con un don alucinante para todo lo que tiene que ver con finanzas pero increíblemente honrado.
¡Y pues, lo tientan! Obvio, él no se deja. ¡No le digo que es increíblemente honrado!
Lo demás usted lo va a tener que ver pero si le gustan las películas como Cabo de miedo, La mano que mece la cuna, Mujer soltera busca y El abogado del diablo, esto le va a encantar.
¿Cuál es la más gran virtud de esta serie? Que su punto de partida es la familia.
Todo lo que sus personajes hacen, para bien o para mal, es por la familia, por los hijos, por la esposa, y esto la vuelve muy atractiva e, incluso, la abre al debate.
¿Qué tanto estaría usted dispuesto a hacer por su familia? ¿Hasta dónde, lo que usted hace por ellos, los ayuda y hasta dónde, los perjudica?
Estamos hablando desde los juguetes de los niños hasta las libertades de los adolescentes, desde la fidelidad con la pareja hasta las relaciones de trabajo.
Ozark es un gran texto y hay una parte medular para las audiencias mexicanas y, en general, latinoamericanas: lo único que nos puede salvar es la familia.
Créame que ver esta serie justo ahora que los valores están cambiando, con tantos problemas sociales, económicos y de violencia, es básico.
Y es que aquí está todo lo que usted y yo vivimos a diario, y por ser tan diferente en términos morales no se aborda en la televisión tradicional.
Desde la pornografía en internet hasta la tortura, la corrupción, el asesinato, el papel de las autoridades, la desaparición de personas y el lavado de dinero.
Estamos ante algo grande que, además, está muy bien hecho.
El gran protagonista de esto es el simpatiquísimo Jason Bateman de Arrested Development y Quiero matar a mi jefe.
Y utilicé la palabra simpatiquísimo a propósito porque, precisamente por eso, su personaje funciona.
Es maravilloso que un actor que navega con tantas etiquetas tan positivas entre a este universo tan oscuro porque eso le da otro sentido a la emisión.
Claro que el señor es un gran actor capaz, como Kevin Spacey, de manejar el género que se le pegue la gana, pero su participación aquí, viniendo de donde viene, ayuda a que esto nos involucre más.
Y ni hablemos del resto del elenco al que usted seguramente va a reconocer de cañonazos televisivos y cinematográficos como como Scandal, Louie, Ray Donovan, The Accountant y Nocturnal Animals.
Aquí hay una precisión matemática para todo: para la selección de cada actor, de cada toma, de cada luz, de cada acorde, de cada color.
¿Cuál es la nota? México. Sí, aunque usted no lo crea, aquí hay un asunto vinculado a nuestra nación que todo el tiempo está jugando y que a cada rato nos está obligando a pensar y a… ¡gritar!
Se lo dejo de tarea porque cualquier cosa que le diga podría echarle a perder su maratón de este fin de semana y no se trata de eso. ¿O sí?
Por favor, luche por ver completa Ozark, a partir de hoy, en Netflix. Tiene todo para convertirse en parte de lo mejor del año.
La cosa es que usted se anime a sintonizarla y a comentarla con tanta pasión o más con la que ha comentado otros títulos de ese importante sistema de distribución de contenidos en línea.
Yo, por lo pronto, me voy a tomar algo para el dolor de cabeza porque… ¡Qué cosa! ¡Todavía no me repongo del guamazo! Ojalá que usted, sí. ¡Ojalá!
alvaro.cueva@milenio.com