Este domingo, a las 19:30, se va a estrenar, por Las Estrellas, la nueva versión de Doctor Cándido Pérez y soy el crítico más feliz de México porque creo que estamos antes algo verdaderamente grande, histórico.
Le explico: por mil circunstancias, en los últimos años, en este país, cuando hacemos “refritos”, los hacemos mal.
Esto es poco menos que una desgracia porque una de las tendencias más exitosas e importantes del espectáculo global tiene que ver con esto, con volver a ver lo que vimos antes.
¿Por qué? Porque los “refritos” dan certeza en tiempos inciertos, porque permiten que los papás le compartan su legado emocional a sus hijos, porque fortalecen el imaginario colectivo.
Si no me cree, lo invito a ver lo que está pasando con Disney, Los Simpson, Star Wars, Snoopy, DC, James Bond 007, Marvel y muchos clásicos más.
Ante este panorama, que los mexicanos seamos incapaces hasta de rescatar nuestras propias historias manda los peores mensajes a los mercados nacionales e internaciones. Es tristísimo.
La nueva versión de Doctor Cándido Pérez es exactamente lo contrario.
Por primera vez en la historia reciente de la televisión nacional, siento que alguien fue capaz, primero, de respetar y homenajear un referente fundamental de nuestra cultura pop.
Segundo, por increíble que parezca, de mejorarlo. Y tercero, lo más importante, de actualizarlo sin alucinar.
¿Entiende usted la magnitud de lo que le estoy diciendo? Es increíble, maravilloso, un acontecimiento total.
Cuando tuve el privilegio de ver los primeros episodios de este programa, hace varias semanas, me sentí exactamente igual a como me sentí cuando vi Cruella.
Doctor Cándido Pérez (2021) es para Doctor Cándido Pérez (1987) lo que Cruella para La noche de las narices frías, la más clara demostración de que esto es bueno, de que está vivo, de que es eterno.
¿Por qué es importante señalar esto? ¿Por qué así?
Porque el Doctor Cándido Pérez original fue diseñado por el inmenso Abel Santa Cruz (autor, entre muchas otras obras, de Carrusel), en las Argentina de los años 60 y perfeccionado por Jorge Ortiz de Pinedo en el México de los 80.
¿Y? ¿Cuál es el problema? Toda la parte ideológica. En aquellos tiempos, por un montón de circunstancias, se cometían muchos errores.
Y así como Cruella De Vil soñaba con hacerse abrigos de piel sin que nadie lo viera como algo monstruoso, en el mundo del primer “Doctor Cándido Pérez” los temas de género no se atendían como se atienden ahora.
Debo decir, con mucho orgullo, que los escritores, productores, directores y actores de la nueva versión de Doctor Cándido Pérez supieron corregir todo eso sin traicionar al Doctor Cándido Pérez original y sin sacrificar la parte del humor.
A diferencia de lo que podría suceder si se remasterizaran los programas viejos de Doctor Cándido Pérez, esta versión puede viajar por México y por el mundo entero sin ningún problema. Es prodigiosa.
Y lo digo con orgullo porque, además, técnicamente no le pide nada a nadie, de ninguna televisora, de ninguna potencia global.
Se nota todo el amor de Jorge, Oscar, Pedro Ortiz de Pinedo, de Ramón Salomón y de un verdadero ejército de creativos detrás de cada episodio, detrás de cada escena.
Todo está increíblemente bien cuidado y lo más bonito es que Doctor Cándido Pérez sigue siendo una sitcom grabado con público, lo cual permite ir midiendo reacciones, perfeccionar ritmos y garantizar una experiencia todavía más chistosa, emocional.
Hacer esto siempre es complicado, pero hacerlo en tiempos de covid-19 es como para ponerle un monumento a todas y a cada una de las personas que participaron en la producción de esta primera temporada de este título imperdible.
Y menciono lo de la parte emocional porque aquí hay unos destellos de humanidad que enloquecerán a las mamás, a las niñas y a todos los miembros de la gran familia mexicana.
Doctor Cándido Pérez (2021) está llena de guiños de una sensibilidad inmensa, como la primera escena del primer capítulo donde Jorge Ortiz de Pinedo, el viejo Cándido Pérez, se encuentra con Arath de la Torre, el nuevo.
Y ni hablar de sutilezas memorables como el nombre del hospital donde trabaja el protagonista de esta historia que le hace un tributo a esas personas, particularmente queridas, del primer programa, que ya no está con nosotros para ver el renacimiento de este concepto.
Felicito además a los actores. Arath de la Torre, Irán Castillo, Raquel Garza, Lorena de la Garza, Marcia Coutiño, David Ramos, Raquel Bigorra, Alma Cero y la chiquita Ana Paula del Moral hacen un trabajo fantástico en este tipo de televisión que es la cosa más compleja del mundo por todo lo que implica en lo físico y en lo verbal. ¡Mis respetos!
¿Necesito decir algo más? No. Luche con todas sus fuerzas por ver el estreno del nuevo Doctor Cándido Pérez este domingo a las 19:30 en Las Estrellas. Le va a gustar. De veras que sí.
alvaro.cueva@milenio.com