Aviso importante para todas las personas que, como yo, aman las telenovelas en México y en el mundo: la versión 2025 de “Doménica Montero” es una de las más grandes bendiciones que le han pasado a este género últimamente.
¿Por qué? Porque es exactamente como eran las telenovelas que hicieron grande a Televisa.
Le voy a contar un poco de historia, un poco de mi historia, para que entienda lo que está pasando aquí.
Contrariamente a todo lo que se dice, en 1978 Televisa seguía siendo algo muy nuevo para las audiencias mexicanas.
Antes teníamos muchas opciones: Telesistema Mexicano, Televisión Independiente de México, Canal Once, el primer Canal 13, las frecuencias de los estados de la república y más, mucho más.
Televisa, como marca, nació en 1971 y lo más llamativo de ella eran sus programas de comedia, de variedades y Canal 5 que pasaba muy buenas caricaturas y lo mejor de Estados Unidos.
Las telenovelas tenían muy poco de haberse vuelto importantes. Eso fue en 1976, cuando “Rina”, con Ofelia Medina, se convirtió en el primer “teatro seriado” de la noche.
En 1978, después de haber gozado “Corazón salvaje” con Angélica María, llegó “Viviana” con Lucía Méndez.
¿Pero qué pasaba en las tardes? ¿Qué pasaba los domingos? Puras cosas increíbles.
1978 fue el año de “Gotita de gente”, de “Pecado de amor”, de “La hora del silencio”, de “Rosalía”, de “Un original y 20 copias”, de “Santa”, de “Ladronzuela”, de “Mamá campanita”.
Quiero que entienda, dicho en el lenguaje de hoy, que más que telenovelas, teníamos series, miniseries, telenovelas cómicas, telenovelas de vanguardia psicológica, telenovelas con protagonistas masculinos. ¡Teníamos más que lo que tenemos hoy!
¿Por qué? Porque Televisa se estaba inventando como gran casa productora de melodramas. Estaba buscando su lenguaje más allá de las comedias y las variedades.
Y eso no terminó de cuajar hasta 1979 cuando llegó “Los ricos también lloran” con Verónica Castro y Rogelio Guerra.
¿Cómo fue que Rogelio Guerra llegó a “Los ricos también lloran”?
Valentín Pimstein, uno de los más grandes productores de telenovelas de todos los tiempos, lo eligió gracias a su magnífica actuación en “Doménica Montero”.
Mi abuela paterna, en 1978, veía, todas las tardes, después de haber lavado, cocinado y dejado impecable su hermosa casita en el centro de Monterrey, la barra completa de telenovelas de la muy joven Televisa.
Ése era su premio y “Doménica Montero” le fascinaba porque no podía creer que una estrella internacional como la inmensa actriz española Irán Eory fuera la protagonista.
Era como si tuviéramos ahora a Penélope Cruz a las 18:30 en Las Estrellas. ¿Sí me explico?
Tengo los mejores recuerdos de aquellas transmisiones. El eslogan era: “Nació para el amor, vive para el odio”. ¡Oh, qué cosa! ¡Dios!
Con el tiempo, conforme fui creciendo y conforme fui estudiando esto entendí la razón del éxito de “Doménica Montero”: Caridad Bravo Adams.
Valentín Pimstein, muy mañosamente porque Caridad era escritora de don Ernesto Alonso, convenció a la autora de obras maestras como “Corazón salvaje” y “Yo no creo en los hombres” de adaptar esta historia de Inés Rodena.
¿El pretexto? Caridad había coincidido con Inés en Cuba y era fan de esa radionovela.
El resultado fue una bomba como no ha habido otra porque fue la fusión del talento de la señora Rodena con la chispa de Caridad.
Todas las versiones de “Doménica Montero” que se hicieron después, con Angélica Rivera o con Lucero, fueron maravillosas, pero se fueron directo sobre los textos de Inés Rodena, no sobre la adaptación de Caridad.
La versión 2025 de “Doménica Montero”, escrita por la gran Ximena Suárez (“La malquerida”), rescata lo que yo vi en 1978. Es un homenaje a Inés Rodena, pero al mismo tiempo es una oda a Caridad Bravo Adams.
Tuve el honor de ver el inicio de esto hace mucho y recuerdo que le dije a alguien muy importante mientras la estaba viendo: siento que en cualquier momento va a aparecer Maricruz Olivier.
No lo dije porque mi muy amada Maricruz hubiera salido en “Doménica”.
Lo dije porque por primera vez en años sentí ese “saborcito rico” de telenovela-telenovela, de la única y verdadera telenovela mexicana, de la enorme y suculenta telenovela nacional que hizo de Televisa la más importante casa productora de melodramas seriados de todo el mundo. Fui feliz.
A todo lo que le estoy diciendo, súmele, por favor, la exquisita actuación de Angelique Boyer, la transformación de Scarlet Gruber en la máxima villana de México, un Marcus Ornellas como para morirse de tan galán y un Brandon Peniche que cambiará la historia.
Hoy es miércoles 17 de diciembre. ¿Por qué le estoy escribiendo esto? ¿Por qué ahora?
Porque este viernes 19 comenzará a llegar esta telenovela en exclusiva y por adelantado para los suscriptores de VIX.
Yo sé que ya comenzó el maratón Guadalupe-Reyes. Sé que son días complicados. Pero si usted ama esto tanto como yo tendría que estar loca, tendría que estar loco, para perderse esta producción de Carlos Bardasano.
Se lo estoy avisando con tiempo para que la agende. Luego que no le digan. Luego que no le cuenten.
Luche con todas sus fuerzas por ver, a partir de este fin de semana, la versión 2025 de “Doménica Montero” en VIX. Le va a gustar. De veras que sí.