2025 fue el año del odio, el año de los nichos pero también el año de los medios públicos mexicanos.
¿Cómo es posible que me atreva a decir esto cuando se dicen tantas cosas tan espantosas de estas frecuencias en los medios privados y en la redes sociales?
Precisamente por eso. Si los medios privados y las redes sociales están furiosas con los medios públicos es porque ahora sí existen, porque ahora sí tienen “rating”, porque ahora sí les hacen ruido.
Desde los tiempos de la legendaria Imevisión (años 80) que no vivíamos algo así con la diferencia de que, en aquel entonces, el Instituto Mexicano de la Televisión era una suerte de pequeña Televisa que manejaba bastante dinero y concentraba varias frecuencias.
Los medios públicos mexicanos hoy, son probablemente los más austeros del mundo y aunque son capaces de unirse para realizar coberturas especiales, están solos, separados, cada uno en su lucha.
Me da risa cada vez que veo un “periodicazo” que denuncia con feroz indignación que están corriendo gente de los medios públicos, que están cancelando programas o que se están produciendo puros contenidos propagandísticos.
¿Así o más tendenciosos? ¿Así o más ignorantes? En este 2025, como nunca en la historia, por las razones que le mencioné en mi columna de ayer, se corrió a mucha gente en todos, en absolutamente todos los medios de México y del mundo.
En este 2025, como nunca en la historia, por las razones que le mencioné en mi columna de ayer, insisto, se cancelaron programas.
¡Cómo es posible que esto sólo sea un escándalo cuando hablamos de medios públicos y no de medios privados! ¡Es una tendencia mundial!
Y si esto, que vimos a cada rato de enero a la fecha, fue chistoso, lo de la propaganda es poco menos que hilarante. ¡Pues qué medios públicos vieron en 2025!
¿Dónde está la propaganda en Once Niñas y Niños? ¿Qué tienen de chairos los conductores de “La dichosa palabra”? ¡Hasta corrieron a los moneros de “Chamuco TV”!
Si eso es tener medios públicos vendidos, yo soy un cirujano plástico ruso encubierto. Para medios vendidos lo que pasaba antes en muchas plataformas privadas.
¿O qué, a usted ya se le olvidaron los misteriosos programas de entrevistas especiales donde una señora güerita dizque periodista se iba a tomar café con Enrique Peña Nieto o las visitas de los “shows” de chismes a Los Pinos para charlar con Vicente Fox y Martha Sahagún?
¡Qué curioso! Eso no era propaganda. Eso era lo que se tenía que hacer. Eso, aunque también se pagaba con nuestros impuestos, era periodismo de altos vuelos, era televisión de “calidad”. ¿Le sigo?
¿Cuál es la nota cuando hablamos de la televisión pública en México en 2025? El inicio de la era de Claudia Sheinbaum.
Mientras que en otras partes del mundo, con la entrada de las derechas, los medios públicos están desapareciendo, Claudia Sheinbaum inició un cambio de narrativas.
Más allá del éxito arrollador de “La mañanera del pueblo”, esta nueva administración puso a trabajar a los medios públicos como no se veía en años.
El Veintidós estuvo presente en todos, en absolutamente todos los grandes eventos de todas las culturas de México desde el Cervantino y las pasarelas de Original hasta los festivales de cine, las ferias del libro y un montón de fiestas emergentes.
Lo más importante fue, definitivamente, “México canta” porque el resultado no fue el lanzamiento de una canción o de una estrella. El resultado fue el inicio de la música de la Cuarta Transformación.
A esto súmele la producción de joyas indiscutibles como “Ancestras” y “Siempre tendremos Acapulco”, y la realización de nuevas aportaciones como “Llegamos todas” y “Masiosare”.
Lo de “Masiosare”, en coproducción con Canal Once, es histórico.
Estamos hablando de la primera gran barra de mesas de análisis periodísticas, políticas, económicas y culturales, diaria, con elencos variables, de toda la historia de la televisión pública mexicana.
¿Y qué me dice de lo que 2025 nos trajo precisamente en Canal Once?
Programas por aquí, programas por allá. Si no fueron de deportes, fueron de mujeres. Si no fueron de ciencia, fueron infantiles. Si no fueron musicales, fueron de corte documental.
Yo necesitaría como cuatro columnas para medio abarcar lo que ha pasado en los últimos dos semestres en Canal Once, pero también en AprendeMX, en Canal Catorce y en las televisoras públicas de los estados de la república como Capital 21 y MexiquenseTV.
No todo ha sido perfecto. Me duele la ausencia de promoción de los medios públicos en esta administración y sigo sin entender conceptos como TV Migrante.
Pero, paralelamente, los medios públicos mexicanos han generado prodigios como el nuevo PluralTV, lo que antes conocimos como JusticiaTV.
Y es que si las primeras elecciones del Poder Judicial de la Federación cambiaron la historia de México, el canal de la nueva Suprema Corte de Justicia de la Nación no se podía quedar atrás.
Ahí también pasaron cosas en 2025, cosas muy sociales, cosas muy buenas que, por supuesto, tienen furiosos a montones y montones de enemigos que, o ya no trabajan ahí, o que nunca estuvieron de acuerdo con esta otra transformación.
¿Ahora entiende cuando le digo que también fue el año de los medios públicos? 2025 fue un gran año también para ellas y para ellos, y 2026 se pondrá mejor, mucho mejor. De mí se acuerda.