Hace exactamente una semana se organizó una fiesta para celebrar los primeros 10 años de vida de El Escorpión Dorado. No pude ir por razones de trabajo, pero estamos hablando de una de las noticias más importantes del mundo de la comunicación. ¿Por qué? Porque este personaje creado por el inmenso Alex Montiel es uno de los líderes de opinión más poderosos de México.
En el remoto caso de que usted no sepa de lo que le estoy escribiendo, déjeme lo pongo en antecedentes: hubo una época en que los líderes de opinión se daban en los periódicos, en la radio, en la televisión. Con la pena, pero desde mediados de la década pasada eso comenzó a cambiar con las redes sociales.
En aquellos años un grupo de hombres y mujeres, casi todos muy jóvenes, empezó a experimentar con algo llamado YouTube y en poco tiempo alcanzó unos niveles de popularidad asombrosos. Uno de ellos fue Gabriel Montiel, Werevertumorro. Un día de 2009, cuando nadie se lo esperaba, en uno de sus videos, apareció un tipo encuerado, enmascarado y muy grosero cuya misión era echarle a perder la experiencia. Para no hacerle el cuento largo, ese luchador, su hermano, empatizó inmediatamente con las multitudes hasta que llegó un punto en que voló hacia su propio concepto, hacia lo que hoy conocemos como De peluche en el estuche.
Era El Escorpión Dorado, la voz que una nueva generación de mexicanos estaba esperando y que hubiera sido imposible que surgiera de los medios tradicionales. Las razones son muy sencillas: este señor es libre de decir lo que quiera, de lo que quiera y de quien quiera en el tono más guarro que usted se pueda imaginar. Pero es tan inteligente, que no hay manera de que uno se sienta ofendido. Al contrario, usted lo escucha y lo admira, se emociona.
El Escorpión Dorado es el luchador que todos quisiéramos ser, el que dice lo que muchos pensamos, lo que muchos sentimos, un termómetro social. Y no por ser rebelde es una mala persona. Al contrario, este personaje es famoso por sus obras sociales, por la manera como ha ayudado a muchas personas, a muchas instituciones.
Ver los videos de este genio es ver una de las más maravillosas historias de éxito nacional, la más clara demostración de que cuando las cosas son de a de veras, funcionan, de que sí se puede. Son “programas” donde El Escorpión Dorado habla de lo que se le pega la gana, donde entrevista lo mismo a las máximas figuras del entretenimiento global que a los candidatos a la presidencia de la república.
Y los entrevista en sus instalaciones, en eventos, en viajes y, lo más divertido de todo, mientras conduce un carro al estilo de los mejores comediantes estadunidenses. Amo al Escorpión Dorado porque es auténtico, porque inventó algo, porque rompió con la monotonía de las redes sociales y porque su triunfo es una cachetada con guante blanco para los medios de siempre.
Admiro a Alex porque es un hombre de trabajo, un comunicador honesto, una persona creativa, un estratega que conoce a su público, un tipo valiente, sensible, preparado, un orgullo de México. ¡Felicidades por estos primeros 10 años de éxito! ¡Que vengan más! Esto es solo el principio. ¿A poco no?
alvaro.cueva@milenio.com