Imperio de mentiras es la telenovela del año, el mejor melodrama de 2020, el orgullo de Televisa. Prohibido perderse este estreno hoy a las 21:30 en Las Estrellas. Prohibido.
¿En qué me baso para hacerle semejante afirmación? Primero, en que el original turco en que está basada esta adaptación es poco menos que una joya.
Segundo, en que la adaptación de Leonardo Bechini (Caer en tentación) y María Elena López (La candidata) es genial, gloriosa, catapulta todavía más todo ese romance, toda esa acción.
Tercero, en que su productora es Giselle González (Yo no creo en los hombres), la creadora de contenidos más inteligente, valiosa y valiente de toda la televisión abierta privada nacional.
Cuarto, en que su conjunto de directores es de pura gente de primera. No hay manera de que un personaje esté mal construido, de que una escena esté mal fotografiada, de que un foco esté mal puesto o de que un acorde musical no entre cuando tiene que entrar.
Quinto, en que su reparto está formado por lo mejor de lo mejor que tenemos en el cine, el teatro, la música y la televisión de este país. La que no es estrella es actriz de verdad y el que no es un actorazo es un ídolo de los escenarios.
Y sexto, la veo y lloro de emoción. ¿Por qué? Porque siento que si don Ernesto Alonso, Carlos Téllez, Fernanda Villeli, Carlos Olmos y muchos genios más del pasado la pudieran ver, se sentirían orgullosos del resultado.
Imperio de mentiras rescata todo ese espíritu de esa época muy concreta de nuestra historia en donde las telenovelas eran telenovelas, sí, pero también eran como series, eran como películas y eran como teleteatros que nos daban algo más, algo que coqueteaba con lo enigmático, con lo policiaco y hasta con la crítica social.
Imposible ver el primer capítulo de este trabajo monumental y no volver a temblar como temblábamos con los primeros episodios de Extraños caminos del amor, El maleficio, El camino secreto, El extraño retorno de Diana Salazar, En carne propia e Imperio de cristal.
Hoy que todo se está reacomodando en la industria mundial de la televisión, entre otras razones, por la explosión de ventanas tan sensacionales como las plataformas en línea, éste es el camino de la ficción en la televisión abierta de países como el nuestro:
La telenovela de antes, pero no tan de antes. La historia de amor imposible, pero también la historia policiaca. El producto que nos relaja, pero también el que nos invita a participar desde diferentes perspectivas.
Me siento muy orgulloso como crítico, como mexicano y como televidente de esta propuesta, pero me siento todavía más orgulloso como hombre de 2020, como persona que ha luchado por conservar la salud y por salir adelante en tiempos de pandemia.
Imperio de mentiras no es sólo una telenovela, es un acto de amor profundísimo, la demostración más clara de la enorme vocación de un admirable equipo de guerreros que arriesgó su vida por sacar adelante este trabajo en tiempos de covid-19.
Le guste a quien le guste o le moleste a quien le moleste, todas las mujeres y todos los hombres involucrados en esta producción, son héroes, también son héroes, héroes del coronavirus, héroes de la televisión, del espectáculo.
Ninguna otra telenovela sufrió tanto el impacto de la pandemia como ésta y a pesar de eso, aquí está el resultado: precioso, magnífico, espectacular. Ni parece que apareció el covid-19.
Angelique Boyer, Andrés Palacios, Susana González, Leticia Calderón, Alejandro Camacho, Enrique Singer, Patricia Reyes Spíndola, Cecilia Toussaint, Carlos Aragón, Hernán Mendoza, Adalberto Parra, Iván Arana, Alejandra Robles Gil, Michelle González y todos sus compañeros ya pasaron a la historia.
Está de más que los elogie. El mundo hablará de ellos en el futuro. Ahora sólo falta que usted les dé su visto bueno como espectador.
Luche con todas sus fuerzas por ver Imperio de mentiras a partir de hoy, de lunes a viernes, a las 21:30 por Las Estrellas. Es la telenovela del año. Le va a gustar. De veras que sí.
alvaro.cueva@milenio.com