Lo que está pasando con las telenovelas en México es muy bueno, muy importante y se tiene que poner sobre la mesa.
Contrariamente a lo que manejan muchas personas que opinan, pero que no ven nada, tenemos una industria muy exitosa, repleta de estrellas y con unos contenidos espectaculares.
Nuestras protagonistas ahora son mujeres que, o están empoderadas, o están en un proceso que necesariamente las llevará al empoderamiento.
¿Y qué me dice de los conflictos que viven? Son temas de actualidad que no sólo entretienen, ofrecen soluciones y a las pruebas me remito:
Mañana viernes 11 de agosto, a las 16:30, terminará, en Las Estrellas, “Eternamente amándonos” y yo no quepo en mí de la satisfacción.
¿Por qué? Porque esta producción de Silvia Cano es poco menos que una cátedra de madurez.
La veo y me siento como cuando veía las últimas películas de Marcello Mastroianni. Estamos ante un melodrama profundísimo que habla de las cosas que sí importan.
No quiero entrar en detalles para no arruinarle la experiencia al público de otros países o a las personas que están gozando de esto, a su ritmo, en VIX.
Pero sí tengo que decir que estos libretos de Rossana Curiel, Cecilia Piñeiro y Juan Pablo Balcázar, inspirados en un éxito de Turquía, me atraparon desde el primer capítulo.
Y es que todo empezó muy “normal”, como de melodrama de antes: la muchacha buena, la suegra mala, el príncipe azul.
¡Pero cuál! Aquello giró, giró y giró hasta transformarse en una oda al perdón.
Le suplico que se ponga a pensar en la importancia del perdón en la realidad actual, de todo lo que se solucionaría si aprendiéramos a perdonar, de todo lo que cambiaría si nos perdonáramos a nosotros mismos.
Pero espérese, “Eternamente amándonos” también habla de la vida, de la muerte, del amor, de la familia y de algunos temas de salud particularmente desgarradores pero que vistos desde la perspectiva de la orientación social se transforman en algo imperdible como la enfermedad de Alzheimer.
No sé usted pero yo todavía no puedo creer todo lo que aprendí sobre el Alzheimer sintonizando esto. Y siempre en positivo.
¿Ahora entiende por qué me entusiasma tanto este melodrama?
“Eternamente amándonos” es una telenovela tan buena que es la única que recupera a los adultos mayores como figuras protagónicas.
¿Quiénes son las que más miran esta clase de contenidos por las tardes? Las abuelas. ¿Quiénes son las que enseñan a las nietas y a los nietos a amar las telenovelas? Las abuelas.
“Eternamente amándonos” es un homenaje a las abuelas a través de un personaje bellísimo magistralmente interpretado por Diana Bracho.
¿Y qué me dice de la actuación de Otto Sirgo? Es impresionante cómo, este gran señor de nuestra industria, nos robó el corazón. Y el martes pasado, más.
Mire, para no hacerle el cuento largo, estamos ante algo bueno, ante algo importante, ante algo diferente.
Alejandra Robles Gil volvió a brillar. Marcus Ornellas confirmó su posición de primera figura en nuestras pantallas. Y como ellos, Dalilah Polanco, Valentina Buzzurro, Alejandra Ley, Claudia Ríos y muchas estrellas más que por motivos de espacio no alcanzo a mencionar.
Algo me dice que el desenlace de esto va a ser épico, impresionante, sanador.
Luche con todas sus fuerzas por estar ahí. La cita es mañana viernes 11 de agosto a las 16:30 por Las Estrellas. Le va a gustar. De veras que sí. ¡Felicidades!