Tengo un problema muy grande: Canal 22. Estos señores tuvieron a bien estrenar, la semana pasada, muchos programas. Sí, los vi todos, pero no hay manera de que se los reporte bien, a profundidad. A un ritmo de media columna por lanzamiento, yo necesitaría más de dos semanas para medio cubrir aquello.
Y ningún periodista que se respete puede dedicarse a opinar de un solo canal, ¿o sí? ¿Cuál es la nota? Que justo hoy, cuando la mayoría de las frecuencias que tenemos en México está cancelando programas por problemas económicos, por la presencia de más y mejores señales, por la competencia de nuevas ventanas y por los cambios en los hábitos y costumbres de las audiencias, Canal 22 está haciendo todo lo contrario.
Por si esto no fuera lo suficientemente escandaloso, Canal 22 es un medio público, una plataforma que heredó cualquier cantidad de broncas de las administraciones anteriores y que está trabajando con una austeridad admirable.
A pesar de esto, que es durísimo, se está dando el lujo de estrenar conceptos como nadie más lo está haciendo.
¿Sí entiende la importancia de lo que está sucediendo aquí? ¿Ya le quedó claro el mensaje que el canal cultural de México le está enviando a sus audiencias, a sus anunciantes y al resto de los medios públicos y privados que tenemos en nuestro país? ¿Por qué si esta frecuencia puede crear, las demás no pueden? ¿Por qué si esta señal quiere atender a sus espectadores, las demás no quieren? ¿Qué tiene Canal 22 que los demás no tienen?
Obviamente se trata de producciones muy sencillas hechas por gente que está dejando el alma en cada minuto efectivo de transmisión, pero creo que es algo importante que merece reconocimiento y apoyo. Y es que, como usted se habrá dado cuenta, Canal 22 está invirtiendo sus recursos en producir, no en organizar los más caros eventos con la prensa.
Por lo mismo, muy pocas personas saben de sus lanzamientos y sí es una lástima porque la mayoría son excepcionales.
Eros con Verónica Maza Bustamante y El sexo nuestro de cada día con Pedro Kóminik son verdaderas joyas de la televisión sexual.
Malditas redes sociales con Gaby Tlaseca es un hallazgo por las cosas que dice, por cómo las dice y por el nivel de sus invitados.
Dígame, por favor, si usted no es feliz, como yo, con el Gabinete de curiosidades del doctor Zagal y con Algarabía Tv con María del Pilar y Fernando Montes de Oca y con Victoria García.
¿Cómo vio Contraseñas con Mónica Lavín y Rosa Beltrán? ¿Qué le pareció Mujeres y poder con Enriqueta Cabrera?
¿Me creería si le dijera que Clic Clac es la única barra de programación infantil vespertina, en su tipo, de todo México, que ha estrenado materiales este año?
¿Qué me dice de lo que ha estado pasando en Noticias 22? Esas coberturas especiales que se aventaron de Toledo, por ejemplo, no las hizo nadie.
Perdón por los programas que no alcancé a mencionar y por las nuevas temporadas de grandes clásicos, pero como le dije al principio de esta columna, no hay manera de reportar todo esto bien, a profundidad. Luche por ver lo nuevo de Canal 22. Si lo suyo va por este lado, le va a encantar. De veras que sí.
alvaro.cueva@milenio.com