Me encantó “¿Es neta, Eva?”, la nueva producción de Elías Solorio que se estrenó el martes pasado, después de “En punto”, en Las Estrellas.
¿Por qué? Porque es una excelente combinación del humor que uno espera ver en ese canal, con las figuras que uno sabe que van a estar ahí y, lo más importante de todo, con tintes de revolución.
“¿Es neta, Eva?” es un programa cómico que cuenta las aventuras personales y profesionales de una mujer divorciada con tres hijos.
Sí es muy importante que le aclare esto de programa cómico porque, gracias al impacto de las plataformas, ahora todo el mundo piensa que esta clase de contenidos son series, y pues no.
Así como un taco no se parece a una hamburguesa, y no por eso es inferior, un programa cómico no es lo mismo que una serie cómica.
Aquí se trabaja casi todo en foro y rapidito, como en los tiempos de “El Chavo”.
¿Por qué? No es porque quienes lo hacen sean malos o anticuados. Es por un tema de costos, de industria, de modelo de negocios. Y esto es igual en México que en las mejores plazas del mundo.
Salvo honrosas excepciones, las personas que quieren ver series cómicas se van al cable o a los sistemas de distribución de contenidos en línea. Los que quieren ver programas cómicos, a la televisión abierta.
Imposible ver “¿Es neta, Eva?” y no evocar grandes clásicos cómicos de Televisa como “Mi secretaria” y “Hogar dulce hogar”.
Esto es buenísimo, tanto como volver a ver ahí a estrellas que están en otras producciones como Mayrín Villanueva, Pablo Valentín y Pedro Sicard.
La razón es muy simple: certeza. Cuando uno ve a Mayrín, por ejemplo, sabe que se va a divertir, sabe que se va a emocionar, sabe que no se va a decepcionar.
Por eso es importante que las televisoras combinen todos los modelos de contratación que quieran, pero que al final no olviden conservar a un grupo de figuras que aparezcan a cada rato en todas partes porque eso, a ellas, les da identidad y al público, insisto, certeza.
¿Y la parte revolucionaria? ¿Qué puede tener de revolucionario un programa así?
El empoderamiento femenino, el modelo de familia, la respuesta a temas como el acoso sexual.
No le voy a vender trama para no arruinarle la experiencia a quienes apenas van a conocer esto en VIX+, pero aquí ya no nos estamos riendo de lo que nos reíamos antes.
Tenemos a una mujer chingona, divorciada, que le dice sus verdades al exmarido, que saca adelante a sus hijos a pesar de sus diferencias y que no se deja en la oficina.
No es perfecta, pero es otro tipo de protagonista y definitivamente representa un cambio positivo que todas y que todos debemos celebrar porque, además, nunca deja de ser una mujer chistosa, divertida.
No cualquiera hace comedia en televisión abierta, mucho menos con estos ingredientes ideológicos y con el reto tan complicado de dar resultados después de las 23:00 horas.
Y aquí hay resultados, hay evolución y certeza. Felicidades al señor Solorio y a todo su equipo de colaboradores porque más allá de que son los responsables de un cañonazo tan grande como el de “Vecinos”, ahora nos están regalando esta propuesta que seguramente va a dar para muchas temporadas.
Luche por ver “¿Es neta, Eva?” todos los martes después de “En punto” en Las Estrellas (o cuando quiera en VIX+). Le va a gustar. De veras que sí.