Pocas personas son tan exigentes a la hora de aceptar un personaje en el mundo de las series y de las telenovelas como Bárbara Mori.
Es la verdad. La señora no sólo está hermosa y es garantía de éxito, domina la materia y se involucra como pocas personalidades en México y en toda América Latina.
¿Por qué le estoy diciendo esto? Porque hoy, después de muchos años, después de Dos lunas de 2014, la maravillosa Bárbara Mori está de regreso con una serie producida por Manolo Cardona (La hermandad).
Se llama La negociadora, yo ya tuve la oportunidad de conocer este material por anticipado y le doy mi palabra de que rompe por completo con todo lo que estamos viendo en la televisión panregional.
Vamos a decirnos la verdad: después de las narconovelas y de las bioseries, llevamos años ahogados en las comedias románticas.
La negociadora va por una línea editorial completamente diferente, original, atractiva. Si no fuera porque está hecha de este lado del mundo, podría ser una historia gringa o española.
¿De qué trata? De una mujer empoderada que se dedica a algo que nunca habíamos visto en este país: a negociar con delincuentes, con secuestradores.
No sabe usted qué cosa tan más interesante porque las personas que se dedican a esto no sólo arriesgan su vida, poseen un ojo clínico admirable, un dominio monumental de las herramientas psicológicas y una agilidad mental prodigiosa.
¡Me encanta! Porque, además, y ahí sí no le voy a contar detalles para no arruinarle la experiencia cuando esté viendo la serie, el personaje de la señora Mori no es así de a gratis.
Tiene muchas muy buenas justificaciones psicológicas, parece de verdad, tiene vida, redondez estructural y, lo mejor de todo, es positivo.
Usted, cuando esté mirando esta propuesta a un ritmo de tres capítulos de una hora por semana hasta completar una primera temporada de 12 episodios, no estará participando en una apología del delito, estará mirando como un modelo aspiracional a un personaje que merece serlo. ¡Bravo!
No, pero espérese, no le he dicho lo mejor. Bárbara Mori no está sola, viene acompañada de un reparto de pura actriz y de puro actor de verdad como Karina Gidi, Carlos Aragón, Ana Layevska, Enoc Leaño, Ximena Ayala, Marco Treviño, Marcela Guirado, Irineo Álvarez y Antón Araiza.
Y la producción es mucho muy afortunada porque no sólo le da al clavo a algo que es tan complicado como las secuencias de acción, tiene unos efectos especiales increíbles.
Le suplico que por nada del mundo se deje de quedar hasta el final de los capítulos, antes de los créditos de salida, porque, cuando menos se lo imagine, sucederán cosas que los dejarán con la boca abierta.
Qué gusto, de veras, volver a disfrutar del trabajo de Bárbara Mori, pero, además, que sea así, en grande, creativa, propositiva, entreteniendo a las multitudes, sí, pero al mismo tiempo, rompiendo esquemas, mandando mensajes.
Esto se estrena hoy para México y toda América Latina por Clarovideo y en Estados Unidos, a través de Pantaya.
Luche con todas sus fuerzas por ver el inicio de esta portentosa propuesta que integra mucho de lo mejor de México y Colombia en aras de la producción de series de alta calidad.
Luche por ver La negociadora. Le va a gustar. De veras que sí.
alvaro.cueva@milenio.com