La serie que nadie quería transmitir

México /

Acaba de suceder algo que, o será el fracaso del año, o le abrirá un montón de posibilidades artística y comerciales a la televisión abierta privada nacional.

Por supuesto, me refiero al estreno de El capitán, la nueva serie de las 20:00 horas de Imagen Televisión.

¿Por qué le estoy diciendo esto? Porque El capitán es exactamente el tipo de proyecto que jamás se autorizaría ni en Televisa, ni en Tv Azteca, ni en Canal Once, ni en HBO, ni en Netflix ni en ninguna otra parte.

De hecho, no es una producción original de Imagen Televisión. Es un concepto de los Estudios Teleméxico, los responsables de programas como Lucky Ladies y Escuela para maridos.

Imagen Televisión lo único que hizo fue comprar la lata, que originalmente era de Mundo Fox y que se llamaba El capitán Camacho, y que estaba ahí, guardada desde 2014, sin que nadie la hubiera querido pasar bien en nuestro país.

¡Es de la época de Hasta el fin del mundo, de Siempre tuya Acapulco, de Crónica de castas!

¿Y por qué nadie la quería comprar? Se lo voy a explicar así:

Por diferentes razones financieras, nuestra industria pide historias fuertes, protagonizadas por mujeres polémicas, donde se aborden temas escabrosos, que sean, o muy chistosas o muy violentas, donde haya sexo, política, temas de actualidad o que hayan sido éxitos comprobados en otras épocas o en otras partes. El capitán es una historia bonita, protagonizada por un hombre bueno, donde se abordan temas simples, que no tiene nada ni de chistosa ni de violenta, cero sexo y con ausencia total de política y de temas de actualidad.

Jamás se había hecho y, peor tantito, suena a la cosa de mayor flojera del universo, a una biografía como hay muchas a lo largo y ancho de la nación.

¿Pero qué cree? Precisamente porque rompe con todos los esquemas, sobresale y se convierte en un oasis, en algo que cautiva, que conmueve.

El capitán es la bioserie de Carlos Camacho Espíritu. ¿Y quién fue este señor? El fundador de un parque temático, ubicado en el estado de Puebla, que se llama Áfricam Safari.

¿Verdad que no se parece ni a Juan Gabriel, ni a Celia Cruz, ni a Hugo Chávez ni a nada más o menos morboso, comercializable o llamativo?

Pues le juro que es todo lo contrario. ¡Qué magnífica serie de superación personal!

¡Qué señor tan más limpio, honesto, valiente y admirable! ¡Qué mexicano tan más lleno de valores patrios, familiares, aspiracionales y hasta ecológicos!

¿Cuántas historias así no habrá en nuestro México? ¡Qué bueno que alguien se animó a convertirla en una serie de televisión! ¡Qué fabuloso encontrar inspiración aquí y no en un capo del crimen organizado!

Y es que, además, está hecha con la más alta calidad desde todas las perspectivas:

Libretos inteligentes y redondos, actores perfectamente bien seleccionados y comprometidos, directores creativos y espléndidos a la hora de sostener un tono.

Y cada detalle, desde la escenografía, el vestuario, la musicalización, la fotografía, la edición, la iluminación, el maquillaje, el sonido y los peinados, sin ser un derroche financiero, está muy bien cuidado.

Si usted pone a El capitán al lado de títulos como El señor de los cielos, El Vato y Por siempre Joan Sebastian, ¡cuidado! Les podría meter un susto.

Su manufactura, dentro de los esquemas mexicanos y los latinoamericanos en general, es excepcional.

No hay manera de ver esas escenas y de no involucrarse, de no intrigarse, de no querer ver más.

Y es que, no sé usted, pero yo no sabía nada de este personaje y cada cosa que le sucede es un hallazgo emocional.

Tenemos lo de Áfricam Safari, pero también lo de la Revolución Mexicana, más lo del cruce del río Bravo, la historia de amor, el asunto de la justicia, la juventud en Mérida, más la nostalgia, más el lenguaje.

Lo tenemos todo, comenzando por grandes actuaciones.

Medio México sabe que figuras como Humberto Zurita, Vanessa Bauche y Leonardo Daniel son garantía. Hagan lo que hagan, lo hacen bien.

Pero cuando vea a José María de Tavira no lo va a creer. El señor maneja el cuerpo, la voz, acentos.

Él interpreta a don Carlos de joven y su trabajo actoral es de una creación total, lo que casi nunca vemos en televisión abierta privada nacional.

¿Ahora entiende cuando le digo que esto, o triunfa o fracasa?

A mí me encantaría que fuera un éxito porque eso haría escuela y permitiría que saliéramos de esta enferma dualidad donde, o nos chutamos puras narcoseries, o nos chutamos puros refritos de lo más aburridos y pavorosos.

Pero todo va a depender de usted, de que la vea, y de que los señores de Imagen Televisión la promuevan y la respeten.

Por favor, búsquela de lunes a viernes a las 20:00 horas por la tercera cadena de televisión abierta privada nacional. Tiene lo mejor de lasw series, lo mejor de las telenovelas. Es para usted. ¿A poco no?

alvaro.cueva@milenio.com

  • Álvaro Cueva
  • alvaromilenio5@gmail.com
  • Es el crítico de televisión más respetado de México. Habita en el multiverso de la comunicación donde escribe, conduce, entrevista, da clases y conferencias desde 1987. publica de lunes a viernes su columna El pozo de los deseos reprimidos.
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