Sí, yo sé que tuvimos el último grito de Andrés Manuel López Obrador, “La casa de los famosos”, los Emmys y como 45 mil estímulos más pero mientras digerimos toda esa información, yo le quiero pedir un favor:
Métase a la plataforma Paramount+ y mire la temporada dos de la serie estadounidense “Tulsa King”.
Si nunca la ha visto, comience desde la temporada uno. Le juro que no se arrepentirá.
¿Por qué? ¿Cuál es la importancia de este título?
Se lo voy a explicar así: ¿Se acuerda usted de “The Sopranos”? Estamos celebrando 25 años del estreno de esta obra maestra que sentó las bases de todo lo que se hizo después en cine, televisión y “streaming”.
“Tulsa King” es para la industria del entretenimiento de 2024, lo que “The Sopranos” para la de 1999.
No. Nadie me está pagando por decir esto. No estoy hablando por mis gustos personales. Le doy mi palabra como crítico profesional con más de 37 años de experiencia que lo que le estoy diciendo es cierto.
“Tulsa King” es una propuesta que, además de divertida, nos dice cosas, propone temas y permitirá que las producciones que vengan en los próximos años, triunfen y profundicen todavía más.
Yo sé que, por diferentes razones, muchas personas suponen que México es el infierno del crimen organizado y que sólo aquí hay grupos que pelean por territorios y todo eso.
La verdad es que esto es un fenómeno mundial y que esas peleas son mucho más complicadas de lo que creemos.
“Tulsa King”, a través de la historia de un hombre que se reinventa, nos permite entender esto como nadie más nos lo había mostrado.
¿Por qué? Porque al igual que “The Sopranos”, ésta es una serie de verdad: estructurada como serie, producida como serie y actuada como serie.
No es una película larga cortada en episodios, una telenovela disfrazada de serie ni nada de eso.
Por tanto, esto sí funciona como tiene que funcionar, permite el entretenimiento, la reflexión y el impacto social.
Y si lo suyo, como lo de muchas personas, no tiene que ver con el crimen, ni se agobie. Aquí hay muchas, muchísimas aportaciones más.
La primera: su protagonista es un adulto mayor, un adulto mayor guapo, un adulto mayor que vive aventuras, que tiene escenas de acción, vida sexual y que goza de liderazgo, de respeto.
Perdón pero con el edadismo que la humanidad entera está padeciendo en la actualidad, en verdad que esto manda mensajes.
La segunda: el gran héroe de esta emisión es un digno representante de las nuevas masculinidades, un hombre sensible que respeta a las mujeres, que apoya la inclusión. ¡Nada que ver con nada de lo que teníamos antes!
La tercera: es muy interesante lo que pasa aquí con las mujeres, con lo que ellas representan, con la manera como se comportan. Le ruego que las observe con atención y aprenda. ¡Felicidades!
La cuarta: “Tulsa King” es una serie que cuestiona la maldad y la bondad. No es melodrama. Es el retrato de una realidad. Es una lección de vida. ¡Me encanta porque así es ahora! ¡Así!
Y yo podría estar aquí todo el día elogiando la parte del contenido de esta contribución pero no me quiero quedar con las ganas de decirle algo:
“Tulsa King” es de lo mejor que Sylvester Stallone ha hecho en su vida. Al nivel de “Rocky”, de “Rambo”.
Se me hace muy sintomático que una superleyenda de Hollywood como él corone su carrera con una serie como ésta, que él produce y protagoniza.
¿Cuál es la nota de esta temporada dos? Que todo lo que vimos en la uno, que estuvo excelente, fue sólo una muestra de lo que iba a venir después.
Prepárese. Esto se va a poner mil veces mejor. No le voy a vender trama para no arruinarle la experiencia, pero es admirable la creatividad de Terence Winter (“The Sopranos”), Taylor Sheridan (“Yellowstone”), Joseph Riccobene (“Boardwalk Empire”), David Flebotte (“Desperate Housewives”), Regina Corrado (“Sons of Anarchy”) y de todos los demás guionistas que escriben este gran concepto.
Luche con todas sus fuerzas por ver “Tulsa King” en Paramount+. Le va a gustar. De veras que sí.