Mis respetos para todas las personas que hicieron la más reciente temporada de Vecinos: actores, escritores, directores, productores, técnicos, asistentes.
Se anotaron un diez. Aquello estuvo excelente desde que empezó hasta que acabó y tuvo un final de temporada de antología. Ni le cuento porque de seguro usted, como millones de personas, lo gozó el domingo pasado.
¡Qué manera de poner de buenas a la gente, de darle un giro a algo que, en manos de cualquier otro equipo, se hubiera estancado desde el capítulo dos! Y es que los responsables de esta joya fueron sabios. Estructuraron como pocas veces en la historia reciente de la comedia mexicana. Abrieron regalándonos el reencuentro con un personaje del pasado queridísimo. Y cerraron con una boda asombrosa, muy bien llevada en términos de emoción. Fíjese lo que le voy a decir porque me la voy a jugar: cualquier parecido con el nivel de originalidad, de humorismo y de producción entre esto y el más reciente final de temporada de un título tan relevante para historia de la televisión mundial como Will & Grace, que también acabó en boda, es mera coincidencia.
De ese tamaño de cierre estamos hablando y lo mejor de todo es que acabó en suspenso. Por tanto, ya somos muchos los televidentes que queremos ver más capítulos de esta propuesta de Las Estrellas. Lo único que espero es que no vayan a pasar más de cinco años de aquí a ese día porque después de este avance tan grande por parte de Televisa, sería terrible salirle con una ocurrencia así al público y a los anunciantes. ¡Bravo, Vecinos! Estuvieron geniales. ¿A poco no?
Lupillo y Fátima
Qué cosa tan maravillosa el final de La Voz en Tv Azteca. Ganó Fátima Domínguez del equipo de Lupillo Rivera. Soy feliz. Sí, yo sé que hay muchas personas moviendo una suerte de campaña sucia en contra de Tv Azteca en las redes sociales, además del montón de periodistas que odia a la televisora del Ajusco. Pero la verdad es que aquello fue un cañonazo, un producto calidad mundial.
¿Cuáles son las notas? Primero, que un concepto que ya habíamos visto triunfar en Las Estrellas, triunfó en Azteca Uno. No es que alguien lo haya hecho mejor o peor. Esto es un formato. Sus dueños lo cuidan. Lo cuidaron en Televisa. Lo cuidan en Tv Azteca. Si algo estuviera mal, no lo permitirían. Punto. Segundo, si La Voz se pudo hacer y funcionó en la televisora del Ajusco, significa que Azteca Uno no le pide nada ni a Las Estrellas ni al resto de las televisoras del planeta donde se está produciendo este formato. Esto es importantísimo, manda un mensaje de lo más poderoso a nivel nacional e internacional y no pasaba antes en Tv Azteca. Estos señores no se arriesgaban a trabajar con formatos globales tan sofisticados. Tercero, el consorcio de Ricardo Salinas consiguió algo histórico: mover un concepto que en México estaba posicionado como algo dominical, a una frecuencia de varios días entre semana. Esto es brutal para un país con hábitos y costumbres tan arraigados como México. Esto es el principio de algo grande. Y cuarto, fue una transmisión en vivo. El enlace con Javier Alatorre no me dejará mentir. No cualquiera hacer una final como la de La Voz en vivo. ¡Felicidades!
alvaro.cueva@milenio.com