Queridos amigos: es para mí un honor decirles que México va a estar compitiendo en el Festival de Series de Cannes.
Aquí en la tierra de Fox consiguió entrar a la que es ya la competencia de series más reñida del mundo.
Esto es un acontecimiento histórico, algo que tenemos que celebrar con tanto entusiasmo como cuando el trabajo de Guillermo del Toro se llevó el Oscar, algo que tenemos que festejar como cuando nuestro país se llevó el Emmy Internacional el año pasado.
Si usted es de las personas que me mandan mensajes intimidantes cada vez que escribo de programas como Hoy, Exatlón México y Enamorándonos, demuéstreme que es verdad ese altísimo nivel cultural que dice tener y hágale ruido a esta noticias.
¡México está en Cannes! ¡En el Cannes de las series!
¿No que no había nada bueno en la tele? ¿No que usted era tan fino que ni en sueños se iba a rebajar a ver televisión mexicana?
¡Pues tómela! En otras partes del mundo dicen todo lo contrario.
Aquí en la tierra es una joya de la televisión nacional de Gael García Bernal, Kyzza Terrazas y Jorge Dorantes con un reparto increíble que incluye a figuras como Tenoch Huerta (Cloroformo), Daniel Giménez Cacho (Crónica de castas) y Luis Gnecco (Neruda).
Se estrena el 22 de abril y habla de lo que sucede en las altas esferas del poder mexicano desde una perspectiva completamente diferente.
Es inteligente, emotiva, dura. Es increíble. Y a mí lo que más me llena de orgullo es que pasó por los filtros más sofisticados que usted se pueda imaginar para llegar hasta Cannes.
Aquí, como en el festival de cine, estamos hablando de un jurado de expertos y personalidades del más alto nivel mundial.
No cualquier llega a la última etapa. No cualquier alcanza a competir.
Aquí en la tierra peleará por el primer lugar contra lo mejor de Italia, España, Estados Unidos, Israel, Corea, Noruega, Alemania y Bélgica.
¡Y qué cree! No está por debajo de nadie.
Por si todo lo que le acabo de decir no fuera suficiente, es la primera vez que Cannes organiza un evento para las series y, por lo mismo, su búsqueda de lo mejor de lo mejor fue implacable.
Nadie más de toda América Latina está ahí. Nadie más.
¡Gracias, Fox, por creer en México! ¡Felicidades a todos los involucrados! Esperamos noticias del 4 al 11 de abril cuando se lleve a cabo este gran evento en Francia.
¡Que vivía Aquí en la tierra! ¡Que viva México!
Te amo, Cynthia
Cada vez que veo a Cynthia Rodríguez no puedo evitar sentir lo que sentía al ver a Lucía Méndez, Verónica Castro, Thalía o Adela Noriega.
Ella es una estrella de ese tamaño, llena la pantalla con tanto carisma como estas grandes leyendas del espectáculo.
Es hermosa, talentosa, canta, baila, actúa, conduce. Créame que en otros países matarían por una figura como ella en la televisión.
Por eso soy el crítico más feliz del mundo viéndola protagonizar Educando a Nina, una de las nuevas telenovelas nocturnas de Azteca Uno.
No sé si este proyecto vaya a romper esquemas, pero lo que sí le puedo asegurar es que cuando el resto de las casas productoras de nuestra región vean a Cynthia en pantalla, lucharán por convertirla en la diosa que merece ser.
Y no es mi amiga, y nunca me he sentado a tomar un café con ella. Se lo digo con la más genuina honestidad.
¿Qué es Educando a Nina? Mire, ni nos hagamos tontos.Ya lo sabemos porque Tv Azteca hizo una campaña publicitaria gigantesca, porque media humanidad ha hablado en las redes sociales y porque este formato fue un cañonazo en Argentina.
Es la típica historia de la gemela rica y la gemela pobre que intercambian papeles solo que en comedia, con mucha música y un reparto espectacular.
¿Cuál es la nota? Que el público de Rebelde, Floricienta, Patito feo, Grachi y Chiquititas ya creció.
Educando a Nina no es otra cosa que una telenovela infanto-juvenil modelo argentino solo que ahora para adultos, precisamente para los adultos que fueron niños o adolescentes en los tiempos de estos clásicos y que se enamoraron de este tipo de televisión.
Es lo mismo: humor, moda, romance, música, baile, irreverencia y personajes como de caricatura.
Esto es lo importante de este lanzamiento. Aquí hay un mina de oro.
¿Entonces Educando a Nina es perfecta? No.
Me da miedo que la historia se caiga después de tres o cuatro semanas y hay algunas sutilezas en las que valdría la pena invertir como lentes antirreflejantes para algunos personajes y escenografías que no parezcan recicladas de otros proyectos.
¿La casa de Nina (Cynthia Rodríguez) no es Dulce Hogar (Las malcriadas)?
¿A nadie se le ocurrió pensar que ya hay un público fiel a la nueva Tv Azteca al que le podría hacer ruido pasar de la trata de personas a una situación de comedia?
Vea Educando a Nina. Es muy fresca, chistosa y Cynthia está como para comérsela a besos. ¿A poco no?
alvaro.cueva@milenio.com