Comencé a hacer críticas de televisión, de manera profesional, en 1987 pero desde muchos años antes ya escribía en diferentes publicaciones estudiantiles. ¡Así era yo!
Recuerdo una columna donde hablaba de un personaje llamado Timo que hacía televisión para niños en los canales públicos y que dije: “ese señor tiene futuro”. Era Andrés Bustamante. El programa era “Los cuentos del espejo”.
Hace poco más de 10 años, hice una columna de una actriz que se disfrazaba de insecto para divertir a los niños en la televisión pública y dije: “esa señora tiene futuro”. Era Nora Huerta, ganadora del Ariel. El programa era “Gregoria la cucaracha”.
Es para mí un honor decirle hoy, miércoles 11 de septiembre de 2024, que hay un señor que hace televisión para niños en los canales públicos tan talentoso o más que Andrés Bustamante y Nora Huerta.
Se llama Andrés Carreño y su programa, “Puro invento”. Le juro que el día que ese hombre caiga en manos de un productor con recursos, cambiará la historia.
Carreño, como Bustamante y Huerta, es un “showman” que escribe, compone, canta, baila y actúa, un creador que a través de su personaje El Doctor Misterio ha conseguido cosas maravillosas.
Por favor, si en algo cree en mí, así como alguna vez le recomendé “Los cuentos del espejo” y “Gregoria la cucaracha”, le suplico que luche por ver “Puro invento”.
Es tan aparentemente sencillo pero tan admirablemente complejo que no hay manera de no adorarlo. Se estrenó ayer martes a las 14:00 en Capital 21. Se retransmite hoy a las 16:30 en Canal 22. Sólo van a ser ocho episodios. Le va a gustar. De veras que sí.
DENUNCIA
Ya que ando tan nostálgico, quisiera comentarle algunas cosas. Cuando comencé en este oficio, la nota eran los malos contenidos.
Casi todo estaba mal. Casi todo se hacía mal pero era fácil de ver, de abarcar, de reportar.
Hoy es exactamente lo contrario. La nota son los buenos contenidos.
Casi todo está bien. Casi todo se hace bien pero es dificilísimo de ver, de abarcar, de reportar.
Le ofrezco una muy sincera disculpa si, a diferencia de mis colegas e influencers, prefiero darle opciones a amargarle el día.
Le pido perdón por no poder profundizar en tantas cosas, tan buenas, que se están distribuyendo de manera simultánea en tantas partes. ¡Lo tenía que decir! ¡Lo siento!
En el poco espacio que me queda le quisiera recomendar una serie documental que me dejó como estúpido de tan maravillosa: “El portal”.
Es, como su subtítulo lo indica, “La historia oculta de Zona Divas”, una de las historias de terror más escalofriantes de los últimos años que va de los feminicidios a la trata de personas pasando por migración, internet y cosas “peores”.
¿Qué pasa aquí? Por un lado, que tenemos una excelente investigación, una prodigiosa producción y un concepto de esos que enloquecen a los fanáticos del “true crime”.
Pero, por el otro, que tenemos un documento que nos ayuda a entender el presente, a reflexionar sobre otras cuestiones. Es una mina de oro digna del mejor de los debates.
Yo sé que seguramente usted está viendo (y hablando) de otras cosas pero me encantaría que le echara un ojo a esta contribución de Netflix, que la discutiera y, lo más importante, que aprendiera.
Los responsables de esta joya se volaron la barda. ¡Gracias! ¡Felicidades!