Ésta es una de las noticias más importantes del año para el cine mundial y muy específicamente para el cine mexicano:
Este viernes 21 de marzo se va a estrenar “Revelations” en Netflix.
¿Qué es? Una película de Alfonso Cuarón, pero coreana.
¿Cuál es la nota? Que uno de nuestros directores más queridos, más admirados, ha decidido fusionar su talento, su talento mexicano, a una de las industrias cinematográficas más poderosas, más vanguardistas, de todo el mundo.
Vamos a tener, por fin, la tan esperada suma de lo mexicano y de lo coreano.
¿Sabe usted la bomba artística de la que estamos hablando?
“Revelations” es un filme de Yeon Sang-ho, el genio que hizo la saga “Estación zombi”. Está inspirado en un webtoon buenísimo del mismo Yeon Sang-ho y de Choi Gyu-seok.
Yeon y Choi son garantía. A ellos les debemos la gloriosa K-serie “Rumbo al infierno”, también de Netflix. ¿Se acuerda?
Cuarón participa aquí como productor ejecutivo, el que supervisa todo, desde la concepción de la idea hasta el resultado final. Es muy emocionante ver su nombre escrito en español en medio de los créditos escritos en hangul (el alfabeto coreano).
Le suplico que, cuando esté viendo esto, sienta la participación de Cuarón. “Revelations” es terror, es suspenso, pero también tiene vasos comunicantes con “Roma” y con “Y tu mamá también”.
No le voy a dar detalles para no arruinarle la experiencia. Sólo le diré que la estructura de esta cinta es alucinante, que todo el tiempo hay sorpresas y que las moralejas son exquisitas.
¡Que vivan México y Corea! Luche con todas sus fuerzas por programar desde hoy “Revelations” para la vea este viernes en Netflix. Le va a gustar. De veras que sí.
DIVERSIÓN
Juro que lo que voy a contar es verdad. Tenía ganas de ir al teatro a divertirme, pero a divertirme sin pretensiones. Quería ver una buena obra para desconectarme, para olvidarme de los problemas.
Tomé a mi familia y nos fuimos al muy popular Teatro Centenario, en Coyoacán, a ver “Clue”.
No tiene usted ni la más remota idea de lo mucho que nos divertimos. Era reír, reír y reír.
Yo tenía miedo de que nos pusieran a participar, de que si no éramos fanáticos del juego de mesa o de la película de los años 80, no la fuéramos a gozar. ¡Para nada!
Esta producción de Morris Gilbert y de Mejor Teatro es millones de veces mejor que el juego y que la película. Es un hallazgo de hilaridad en medio de la cada vez más compleja cartelera teatral de la Ciudad de México.
Con razón acaban de celebrar sus primeras 100 exitosas representaciones. No hay manera de divertirse tanto y de no salir recomendándosela a los amigos.
Yo necesitaría un programa completo para felicitar a Rafa Meza, su director, a la persona que toca el piano en vivo y a esas mega-actrices, a esos super-actores.
La agilidad física de Daniel Bretón es inmensa. Elsy Reyes es una chulada. Luis Fernando Zárate brilla. ¿Puede haber un honor más grande que ver aquí a Rebeca Manríquez?
Adriana del Río es magnífica. Ervey Ortegón me dejó atónito. Laura Jerkov, Ana Sofía Quintanilla, Juan Cristóbal Castillo, Carlos Pulido y Diego Cossío lo hacen excelente.
Es como ver caricaturas para toda la familia, pero con actores de carne y hueso. Me hizo muy feliz. No se la pierda. ¡Felicidades!