Histórico. Lo que vivimos ayer martes 1 de octubre fue histórico, pero no sólo porque presenciamos la llegada de la primera mujer a la presidencia de México. ¿Qué me dice del papel de los medios de comunicación y de las redes sociales?
Eso también hay que ponerlo sobre la mesa. Eso también hay que destacarlo y celebrarlo.
Antes, cuando un presidente tomaba posesión, teníamos muy pocas opciones para ver y entender la noticia.
Ayer tuvimos más opciones, versiones y lecturas que nunca en la historia. Desde las más tradicionales hasta las más de vanguardia. Desde las más de izquierda hasta las más de derecha.
¿Y sabe qué fue lo más relevante? Que todos, prácticamente todos participaron y tiraron la casa por la ventana con sus mejores recursos de producción y con lo mejor de su talento desde temprano.
¿Cuál es la nota? Que pudimos elegir. Eso, para un país con nuestros antecedentes, es maravilloso, increíble, revolucionadísimo.
Antes, si usted no estaba de acuerdo con la postura editorial de una empresa o si simple y sencillamente le caía mal un comunicador, no podía hacer nada. Se tenía que resignar y someter.
Ayer ya no. Usted le pudo cambiar y navegar entre muchísimas opciones hasta encontrar a la empresa o a la institución de su preferencia, hasta conectar, verdaderamente, con una comunicadora o con un comunicador.
Vivo en Ciudad de México y tan sólo a las ocho de la mañana yo ya estaba monitoreando, en medios, a N+, Imagen Televisión, Foro, Multimedios Televisión, Milenio Televisión, El Heraldo TV, El Once, Canal del Congreso, TeleFórmula y ExcélsiorTV.
Después llegaron otras frecuencias públicas y privadas como El Financiero Bloomberg.
Y en digital, me di gusto con la versión en redes de N+ y con otras señales más como “Café noticias” de SinEmbargo Al Aire y Sin Máscaras.
Igual, conforme avanzó la jornada fueron apareciendo otras opciones.
Quiero destacar los trabajos de N+, Milenio Televisión, El Once y Canal del Congreso.
¿Por qué? Porque periodísticamente fueron los que más hicieron, los que más invirtieron, los que más brillaron.
Nadie, en televisión abierta privada nacional, ofreció la cantidad y calidad de contenidos de N+.
Cuando sus comunicadores anunciaban que estaban en un punto, ya tenían a otros en el siguiente y se presentaban las piezas, y se hacían las entrevistas.
Milenio Televisión, en mancuerna con Multimedios Televisión, fue el rey de la televisión de paga. Todos sus conductores estuvieron al pie del cañón en posiciones estratégicas desde el principio.
¿Cuál fue su fuerza? El análisis. Los primeros en juntar a las plumas de Milenio para analizar, en grupo, lo que iba a pasar fueron ellos. Espectacular.
¿Qué pasó con El Once? Lo que no pasaba antes, cuando los medios públicos estaban como pasmados para entregarle los “ratings” a los medios privados: hubo participación.
¡Y qué participación! El noticiario matutino de esta frecuencia fue uno de los primeros en estar donde tenía que estar, se invitó a analistas, se hizo lo que se tenía que hacer. ¡Qué cambio!
Y remato con Canal del Congreso por la más elemental razón: la “fiesta” de ayer, era su “fiesta”, comenzó en sus instalaciones, con su gente y, o sacaban la casta, o sacaban la casta.
Fue admirable el trabajo que estas señoras y que esto señores hicieron desde muy temprano con personalidades como Érika Grothe, Javier Solórzano y César Aldama desde diferentes locaciones y con lo mejor de lo mejor en términos de producción e invitados.
Me da mucho gusto compartir con usted todo esto porque recuerdo, con profunda vergüenza, cuando mi reporte eran las estupideces dichas por una comunicadora o por un comunicador mal preparado, cuando los errores eran lo que se tenía que destacar porque era lo más llamativo.
Eso ya cambió. Ayer tuvimos un día histórico por la presidenta, pero también por los medios y las redes. ¡Felicidades a todas y a todos! ¡Así se hace! ¿O usted qué opina?