Si Diego Luna ganó el Daytime Emmy en la categoría de mejor programa de entretenimiento en español con Pan y circo, el próximo año va a volver a ganar, pero en la categoría de mejor serie dramática con Todo va a estar bien.
Yo no sé cómo le hizo este escritor, director y productor, pero todas, absolutamente todas las nuevas tendencias de la ficción global están ahí.
Lo que usted verá en 2023, en 2025 y más allá, ya está en esta producción original de Netflix que va a estar disponible en sus dispositivos a partir de mañana.
Por nada del mundo deje de ver este monumental ejercicio cinematográfico.
Es tan hermoso, tan humano, tan desgarrador, tan liberador y tan necesario, que se ve sencillo, pero no, atrás de cada escena hay un muy admirable estudio del texto, del tono y del ritmo.
En el muy remoto caso de que usted no se acuerde, Diego Luna es algo más una estrella internacional, es un gran autor.
¿Se acuerda de Abel? ¿No se le hizo la cosa más tierna del mundo?
Bueno, Todo va a estar bien recupera a ese Diego Luna sensible y amoroso de Abel, pero aplicando toda esa experiencia a un asunto de pareja.
Todo va a estar bien es la historia de un hombre y una mujer que han llegado al límite como individuos y como familia porque, además, tienen una hija pequeña.
Es como Kramer vs. Kramer pero corregida, aumentada y traída a 2021.
Yo sólo le recuerdo que Kramer vs. Kramer fue la película que catapultó, en muchos sentidos, a Dustin Hoffman y a Meryl Streep en 1979.
No dudo que lo mismo vaya a pasar con Flavio Medina y Lucía Uribe Bracho, los dos grandes protagonistas de este duelo de talentos.
Flavio ya es grande, uno de los mejores actores de su generación, un monstruo que lo mismo triunfa en musicales como El Rey León, que en series como Zero Zero Zero, que en telenovelas como Cuna de lobos.
Lucía es una diosa a la que muchos ya hemos amado en propuestas como Desenfrenadas y Falco. Su vida no volverá a ser la misma después de este personaje.
¿Y qué me dice de la señorona Mercedes Hernández (Sin señas particulares), de Pierre Louis (Control Z) o de la niña Isabella Vázquez?
Esto es más que bueno, es sublime y yo le tengo que poner casa a los escritores porque bordaron esto milimétricamente.
Pocas veces me he topado, en series mexicanas, con una estructura tan perfecta, con unos arcos dramáticos tan sólidos, con unos personajes tan redondos y con esta riquísima diversidad de ideas y de emociones.
La dirección de arte de magistral, el vestuario es divino, la edición es una gloria, pero la música no tiene perdón de Dios de tan fabulosa.
Yo podría estar aquí todo el día elogiando esta serie, pero tengo que hacerle una advertencia: es una exquisitez.
Sí hay que verla, pero saboreándola, sintiéndola, reflexionándola. Tal vez, discutiéndola en pareja, entre adultos. Muchas personas, al verla, se van a identificar.
Algunas van a llorar, otras se van a enojar. No es lo común cuando uno mira lo que se está haciendo ahora.
A mí me enloqueció y estoy convencido de que triunfará y arrasará con cualquier cantidad de premios.
Luche con todas sus fuerzas por ver Todo va a estar bien a partir de este 20 de agosto en Netflix. Le va a encantar. De veras que sí.
alvaro.cueva@milenio.com