Prohibido perderse Love, Death & Robots (Amor, muerte y robots), la nueva producción original de Netflix.
¿Por qué? Porque es el ejercicio de animación más maravilloso que ha salido al mercado en años, una obra maestra para los amantes de esta clase de emisiones pero, además, para un público muy específico que adora las redes sociales, los videojuegos y la tecnología. Se trata de una serie donde cada capítulo cuenta una historia diferente, en capítulo de más o menos 15 minutos.¿De qué trata? Precisamente de lo que dice el título: de amor, muerte y robots. Así de simple. Así de complejo. Yo la amo porque cada una de las historias de este paquete audiovisual es de una perfección dramática que da miedo y porque cada capítulo está hecho con una técnica diferente que no para de sorprender al espectador.
Apenas se está reponiendo usted de una cosa hiperviolenta cuando ya está suspirando de ternura o se está excitando con imágenes casi pornográficas. Sí estamos ante algo muy grande. Luche por verla ya y no una, muchas veces. Vale la pena. Se lo juro.
Tinder extremo
Algo está pasando en el mundo que por todos lados están apareciendo series sobre apps, mecanismos tecnológicos y cosas peores que nos van a ayudar a encontrar a nuestra pareja ideal, a la persona con la que vamos a tener el mejor sexo, la relación más perfecta, para siempre. Todavía no terminábamos de ver Weird City (YouTube Originals), por mencionarle solo uno de los casos más recientes que hablan de esto, y Netflix ya estaba estrenando Osmosis.
¿Qué es? Su nueva serie francesa de ciencia ficción. ¿Es buena? Sí, pero solo si usted es nuevo en esto (de lo contrario los lugares comunes lo van a expulsar desde el capítulo uno) o si es un fanático irredento ya sea de las historias futuristas, de los conflictos éticos entre la ciencia y el romance, o de las aplicaciones que han estado apareciendo últimamente para encontrar el sexo o el amor. ¿Cuál sería la mayor virtud de este proyecto? Que como es serie, le permite al público profundizar en lo que en otros lados solo había durado un capítulo, pero nada más. Tampoco es magistral. ¿O usted qué opina?
¿Narcopelícula?
Si usted pensaba que el amor por los delincuentes había surgido con las narconovelas, le tengo noticias: es ancestral. Y para prueba basta un botón: Emboscada final (The Higwaymen), la nueva película de Netflix. No es del nivel de Roma, pero es un filme de época protagonizado por Kevin Costner, Woody Harrelson y Katy Bates, sobre la persecución a Boonie & Clyde, dos de los delincuentes más famosos de la historia de EU.
Ojo: se trata de una película para audiencias tradicionales. No se espere nada premium, vertiginoso ni experimental. Las personas que siempre han ido al cine a ver esta clase de contenidos también merecen respeto, atención y esto las va a llenar de felicidad. La nota, insisto, no es que este título vaya a cambiar el futuro. La nota es que los responsables de este concepto le supieron dar un giro a la típica película de Bonnie & Clyde de toda la vida y decir cosas muy interesantes sobre las autoridades y la sociedad estadunidense mientras estos personajes cometían sus fechorías. ¿A poco no?
alvaro.cueva@milenio.com