Hoy es el día internacional de la eliminación de la violencia contra la mujer y va a ocurrir algo mucho muy importante:
A las 22:00 horas, en el canal Lifetime, se va a estrenar la película Yo soy Lorena Bobbitt.
¿Le puedo pedir un favor? Por nada del mundo se la vaya a perder. No importa si usted es mujer u hombre. Tiene que estar ahí porque tiene que estar ahí.
Tuve el privilegio de ver este material con anticipación y le juro que me cambió la vida como hace mucho que no ocurría con una película de esta naturaleza.
No, pero espérese, se pone mejor. A los pocos días tuve el inmenso honor de entrevistar a Lorena, a la verdadera Lorena, a la que vivió esta historia, y pude comprobar su grandeza.
Estamos ante un título impresionantemente bueno, bien hecho, pero, además, ante una experiencia necesaria, ante un filme que sí consigue cosas.
Yo no sé si usted se acuerde de este caso, pero fue muy famoso en los años 90. Lorena Bobbitt era una mujer latina que vivió el infierno de la violencia doméstica.
Sí, como muchas mujeres en muchas partes del mundo, sólo que ella hizo algo que nunca nadie había hecho: le cortó el pene a su marido.
Y si usted cree que esta historia es importante por eso, permítame corregirlo. Es importante por un millón de cosas más que no le voy a contar porque usted tiene que mirar esta cinta para creerlo.
No es lo mismo que nos hablen de violencia contra la mujer en los noticiarios a que nos hablen de la violencia contra la mujer en las películas.
No es lo mismo que nos den cifras frías, feas, lejanas, a que conozcamos los rostros, la vida, de las protagonistas de estas historias de terror.
Cuando uno mira a estas personas abrir su corazón y decir lo que nadie dice, entiende que no estamos solos, que no somos los únicos, que todos debemos hablar, que todos debemos denunciar.
Y, lo más importante, que sí hay salida, que esto sí puede cambiar.
Lo más fuerte de Yo soy Lorena Bobbitt no es lo que pasa en la pantalla, es mirar hacia otros lados y confirmar que las cosas no han cambiado nada desde entonces.
Al contrario, duele comprobar que se han puesto peor. Es de no creerse la actualidad de este caso.
¿Cuántas Lorenas están padeciendo el horror de la violencia en este momento en todo el mundo? ¿Cuántas Lorenas viven cerca de usted, aquí, en México? ¿No será acaso usted una Lorena más?
Por si todo lo que le acabo de decir no fuera suficiente, Yo soy Lorena Bobbitt es una gran película. ¿Me creería si le dijera que se presentó en el festival de Sundance y que obtuvo los mejores comentarios?
Estamos hablando de un ejercicio cinematográfico de muy buen nivel donde sí, vemos espectáculo, muy buen espectáculo. Donde sí, vemos actores, estupendos actores.
Pero donde la verdadera Lorena está todo el tiempo participando, respaldando la información, garantizando la seriedad de este proyecto.
La verdad, mis respetos para Lifetime. No conozco ningún otro canal que produzca tanto y que sea tan congruente a la hora de defender a la mujer, a la hora de combatir la violencia de género, mucho menos en la industria de la televisión de paga.
Por favor, luche con todas sus fuerzas por ver hoy, a las 22:00, Yo soy Lorena Bobbitt y por acercarse a la Lorena Gallo Foundation. Le va a servir. De veras que sí.
alvaro.cueva@milenio.com