El cierre de Excélsior Tv

México /

Molesto, decepcionado, preocupado. Así me siento tras el cierre, el viernes pasado, de Excélsior Tv, el canal 28 de Ciudad de México.

¿Por qué? Primero, porque no es la primera vez que los señores de Grupo Imagen acaban con un canal de televisión. Esto manda muchos mensajes muy delicados hacia el interior y el exterior de la industria de la comunicación mexicana.

Segundo, porque una vez más, lo hicieron mal. El público jamás entendió lo que estaba pasando y cuando sus comunicadores medio se atrevían a explicar lo que iba a pasar ahí, como cuando lo quiso hacer Pascal Beltrán del Río, lo sacaron del aire, a media frase, para meter un anuncio de brasieres.

Y tercero, el hecho de que un canal de noticias desaparezca de un día para otro, a estas alturas de la administración de Andrés Manuel López Obrador, se presta para las peores interpretaciones del universo.

La pregunta no es ¿por qué se fue Excélsior Tv? La pregunta es: ¿por qué nació?

Esta señal, a diferencia de otras, del mismo corte, surgió en plena administración de Enrique Peña Nieto. ¡Qué sintomático que se esté yendo cuando el Partido Revolucionario Institucional ya no está en el poder!

¿No será que nació para capitalizar el dinero que las autoridades le solían repartir a los medios en otros sexenios?

Sí, sé que lo que estoy diciendo suena monstruoso y le ofrezco una disculpa si lo considera grosero, pero me queda claro que la misión de Excélsior Tv jamás fue la de informar.

Yo, como crítico de televisión, me la pasé teniendo problemas con gente de ahí porque cada vez que ocurría algo importante, estos señores, en lugar de hacer un corte informativo, en lugar de cubrir como lo hacen todos los canales de noticias, estaban en cualquier otra cosa.

Y me reclamaban por comentarlo en mis columnas. ¡Me querían convencer de que lo estaban haciendo bien!

No hay peor ciego que el que no quiere ver. La programación de Excélsior Tv era tan mala que en vez de generar contenidos propios, se amarraba a los noticiarios del canal Imagen Televisión.

¿Para qué querría alguien mirar en el canal 28 los noticiarios de Imagen Televisión si ya los tenía en una frecuencia con mejor calidad como la del canal 3? ¡Para qué!

No, y ni traslademos esto a la parte de la comercialización porque entonces sí lloramos. Aquello jamás se vendió en términos tradicionales.

Por eso insisto: ¿para qué nació? Se me cae la cara de vergüenza porque si en el mundo del periodismo mexicano hay una marca que pudo haber conseguido triunfar aparatosamente, era la de Excélsior. ¡Y jamás la aprovecharon!

Aquello se pudo haber compuesto de mil y un maneras. No había necesidad de matar la marca. Había gente muy buena. La reingeniería funciona.

Pero como que nunca les interesó. Y eso es lo peor de todo en esta historia de fracaso porque justo hoy las grandes tendencias de la televisión van hacia la búsqueda de una certeza, hacia el retorno al origen.

¡Qué angustia el cierre de Excélsior Tv! Ojalá que lo que pongan en su lugar funcione, que le dé trabajo y dinero a las personas que formaban parte del proyecto original, y que nos llene de orgullo a los consumidores de contenidos.

Esto no debió de haber ocurrido. Me siento molesto, decepcionado, preocupado. ¿Usted no? 


alvaro.cueva@milenio.com

  • Álvaro Cueva
  • alvaromilenio5@gmail.com
  • Es el crítico de televisión más respetado de México. Habita en el multiverso de la comunicación donde escribe, conduce, entrevista, da clases y conferencias desde 1987. publica de lunes a viernes su columna El pozo de los deseos reprimidos.
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